“No es muy complicado el tema. Vos te parás delante de una carnicería y ves salir a una mujer con una bolsa. ¿Qué lleva? Carne. Vos te parás delante de una verdulería y sale un hombre con una bolsa. ¿Qué lleva? Verdura. Vos te parás frente a un edificio, donde sabés que funciona una o varias financieras y sale un hombre con una mochila. ¿Qué lleva? Plata, mucha plata... Bueno, así funcionan las bandas dedicadas a cometer salideras.... No hay una gran inteligencia detrás.... Sólo hay viveza de gente jugada y ‘bicha’ que se aprovecha de otra gente que se dona y la aborda”.
La definición de una exalta autoridad policial cordobesa sirve a las claras para describir un fenómeno que pareciera no tener freno en Córdoba: los asaltos tipos salideras bancarias o, en este caso, financieras.
Los grupos funcionan de manera calcada hace tiempo: una mujer o un hombre en calle “marca” a quien sale de un reducto con una mochila o un bolso cargado de dinero.
Esa es la primera parte. Luego sobreviene la segunda.
El “marcador” sigue o no a su víctima y, a través del WhatsApp o con llamadas telefónicas, les pasa el dato a sus cómplices, que andan tanto en autos como en motos, sobre las características de la víctima de turno.
El robo jamás se comete a pocos metros de la financiera. Ocurre que, generalmente, hay policías rondando en las inmediaciones.
Entonces, empieza la tercera y última parte: el resto de la banda comienza a seguir a la víctima que va en su vehículo a bordo de motos y y un auto por varias cuadras.
A veces, actúan de a tandas, superponiéndose, para no ser descubiertos. A veces, es la misma moto con dos hombres quienes persiguen a su “blanco” hasta que dan el “zarpazo”.
Luego de varias cuadras, los atacantes abordan a su víctima en un semáforo en rojo o en una cuadra congestionada.
En segundos, y en plena calle y ante la vista de cualquier testigos, los delincuentes cometen el robo con total impunidad para luego escapar.
Por lo general, los ladrones revientan las ventanillas del rodado de la víctima con un objeto de metal. En otros casos, ya meten un arma.
La modalidad delictiva se viene repitiendo desde hace tiempo en Córdoba (y otras provincias) y tiene sus momentos. A veces, los casos se incrementan, otras veces frenan.
Con la actual crisis, hay cada tanto movimientos de dinero en las calles y a eso lo saben los delincuentes.

Nueve detenidos con “experiencia”
Como resultado de una serie de allanamientos realizados de manera simultánea, nueve hombres fueron detenidos por investigadores del Departamento Robos y Hurtos de la Policía cordobesa acusados de integrar una de las últimas bandas especializadas en salideras.
La especialidad: víctimas que sacaban dinero de financieras ubicadas en el Centro de Córdoba.
Los asaltos eran cometidos, por lo general, a una decena o veintena de cuadras de las financieras.
Los robos, por lo general, eran cometidos en motos y en un auto de color negro que secuestrado.
Al grupo se le adjudica, al menos cinco robos callejeros violentos cometidos en los últimos tiempos.
Uno de los golpes sucedió atrás y la víctima fue un empresario que, tras salir de una financiera de calle Rivadavia tras cambiar dólares, sufrió el robo en segundos de 12 millones de pesos guardados en dos mochilas.
Las llevaba en una camioneta. Lo emboscaron en Cañada y Santa Rosa.
Fuentes de la causa señalaron que todos los acusados cuentan con antecedentes por lo mismo.
Entre los detenidos, el supuesto cabecilla: el hombre de 53 años elegía a sus “soldados”, cada jornada, para cometer sus robos.
Voceros de la causa indicaron que, para dar con ellos, fueron claves el análisis de horas de filmaciones callejeras y un prolífico trabajo de rastreo telefónico, entre otros puntos.

La fiscal Eugenia Pérez Moreno, que coordinó el trabajo de los pesquisas de Robos y Hurtos, dispuso serias imputaciones: en primer lugar, asociación ilícita; segundo, robo calificado por uso de arma; y tercero, robo en poblado y en banda.
Los operativos terminaron con el secuestro de un auto, un par de motos y prendas tan similares como las captadas en las filmaciones. Además se incautaron celulares, cuyo análisis será clave para la causa.
Los acusados son cordobeses. El dato no es menor si se tiene en cuenta que hace pocos meses fueron detenidos en Córdoba varios sospechosos tucumanos. Ellos también sabían “el manual de las salideras”.