La pareja del caso del hotel alojamiento denunció haber sido maltratada por las autoridades policiales que participaron del operativo policial en Hotel Ruta, de la ciudad de Córdoba, cuando el encargado del lugar creyó que los denunciantes eran delicuentes que habían escapado de un robo.
Una historia insólita en Córdoba
Todo comenzó cuando un vecino de barrio Villa Belgrano, en el norte de la Capital y no muy lejos de ese establecimiento, denunció un robo en su casa por parte de delincuentes y llamó a un conocido, quien precisamente es el encargado del hotel alojamiento en cuestión, para comentarle a modo de novedad y con mucho pesar lo que le había sucedido.
En ese marco, el responsable del hotel creyó que quienes habían robado en la casa de su amigo al parecer eran el mismo hombre y mujer que se habían hospedado en el predio.
¿Cómo llegó a esa conclusión? Por su “investigación interna”. Se acercó a la puerta de la habitación y creyó escuchar que la pareja estaba “armada”, atrincherada y con dinero del botín. “Voy a sacar el arma”, habría sido el comentario que el húesped le habría comentado a su novia.
No está claro si lo que creyó escuchar el encargado está relacionado con un arma literal o quizás con una referencia simbólica a otro tipo de situación.
Así que el encargado, ni lerdo ni perezoso, actuó rápidamente: llamó al 911 policial y alertó sobre la pareja “sospechosa”.
Ante la presunta situación de atrincheramiento, los efectivos del Eter (efectivos de alto nivel policial para el manejo de situaciones complejas) intervineron acompañados por una gran cantidad de efectivos y hasta la presencia del ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Quinteros.
Cuando los uniformados ingresaron al hotel, revisaron la habitación y no encontraron ninguna arma en poder de la pareja. “La pareja sólo tenía dinero. El hombre (húsped) trabajaría en una empresa de seguridad en la que tendría que llevar un arma como parte de su trabajo. Pero no tenía nada que ver con el robo de Villa Belgrano. El encargado del hotel se hizo la película”, confió una alta fuente policial.
Denuncia de la pareja
El abogado de la pareja, Cristian Ambrosio, señaló que había ingresado al hotel a las 4 con la intención de permanecer hasta las 12. Indicaron que no salieron del lugar en ningún momento y que desconocían el robo ocurrido alrededor de las 6.30.
Afirmaron que estaban descansando y que pidieron un café cerca de las 9, momento en que advirtieron luces policiales en el exterior.
“Les golpean la puerta y ellos les piden un momento para que se puedan cambiar y lavar la cara. Cuando (los efectivos) ingresaron, los precintaron, golpearon y amenazaron. A la señora la introducen adentro de un baño entre tres femeninas y la amenazaron diciéndole que si no confesaban, no iban a ver más a sus hijos. Luego fueron trasladados a la Unidad Judicial N° 19. Ahí les tomaron las huellas dactilares", agregó el abogado.
Según Ambrosio, la pareja denunció además daños a su vehículo, que estaba en la cochera del hotel, como rotura de fusilera, cinturones de seguridad, un espejo, el parabrisas y la palanca de cambios. También reportaron la sustracción de una suma de dinero, cadenas y una pastilla de medicación.
El abogado anticipó que iniciarán acciones penales y civiles contra el personal policial interviniente, el hotel alojamiento y el Gobierno de Córdoba.
La pareja sostiene que no posee armas y negó haber pronunciado frases vinculadas al uso de armamento, tal como trascendió públicamente. La pareja también manifestó sospechas de que fueron escuchados dentro de la habitación, aunque no afirmaron la existencia de cámaras.
Ambrosio señaló que la salida de sus representados del lugar se produjo por una puerta trasera, una vez que la Policía habría advertido que se trataba de un procedimiento sin resultados positivos.
























