La suerte de la causa judicial por el femicidio de Nora Dalmasso (51) se sigue dirimiendo en los Tribunales de Río Cuarto. En diciembre de 2024, el fiscal Pablo Jávega sindicó a Roberto Marcos Bárzola (45) como sospechoso del homicidio ocurrido en barrio Villa Golf Club, de Río Cuarto, en noviembre de 2006. Pronto se cumplirán 20 años del crimen.
Ahora, Zacarías Ramírez Rigo, abogado defensor de Bárzola, insiste con que la causa está prescripta y advierte que en un juicio por la verdad “también podría ocasionarle daños, por los que Bárzola va a reclamar”.
En 2006, a los 27 años, Bárzola trabajaba como empleado de un carpintero, en una reforma de la casa de los Macarrón. En fecha cercana al crimen, lustraba los pisos de madera de la casa. Era “parquetista”.
Tras el juicio que absolvió a Marcelo Macarrón, el fiscal Jávega siguió investigando y detectó que el ADN de Bárzola se corresponde con el de un vello púbico hallado en la entrepierna de la víctima. Su ADN también resultó coincidente con los rastros genéticos determinados en ocho cortes del cinto de la bata de toalla con el que estrangularon a la mujer.
Enseguida, Bárzola pidió la prescripción, que fue rechazada “en esta instancia” por el juez de Control, Diego Ortiz, a fines de mayo pasado. El magistrado sostuvo que, por tratados internacionales el Estado tiene la obligación de continuar la búsqueda de la verdad sobre lo que ocurrió con Nora Dalmasso, por otra parte reconocida judicialmente como víctima de violencia de género.
Pero Ortiz dejó dudas en torno a la punibilidad del autor del crimen. Se interpreta que, aunque se sepa quien fue, no podría ser condenado, porque este tipo de delitos prescriben a los 15 años (y han pasado más de 18).
El juez Ortiz ordenó seguir investigando pero rechazó los planteos de inconstitucionalidad de la prescripción formulados por la defensa. También descartó que este delito de género pueda equipararse con graves violaciones a los derechos humanos.
No hizo lugar a alternativas planteadas tanto por la familia como por el fiscal Jávega para la suspensión de la prescripción. Los abogados de los hijos de Nora Dalmasso plantean, por ejemplo, que no debería computarse los años en que fueron perseguidos y no pudieron representar a la víctima como querellantes.
“La prescripción no puede depender de cuestiones de la querella, hay casos en los que ni hay querellante”, disparó el nuevo abogado de Bárzola, Zacarías Ramírez Rigo.

Sigue la discusión jurídica
En los últimos días, con distintos criterios, todas las partes apelaron el fallo de Ortiz y ahora debe pronunciarse una fiscal y luego la Cámara del Crimen 2 de Río Cuarto.
En ese marco, el nuevo defensor de Bárzola lanzó una fuerte advertencia. Dijo que si bien no está en contra de los juicios por la verdad, “en esta causa en particular, por no estar reglamentados”, se le podría causar “mucho daño” a su defendido, “por la exposición que tiene la causa”.
“Si llegaran a decidir que se haga un juicio por la verdad, queremos saber cuáles van a ser las reglas y cómo se va a desempeñar, principalmente el órgano acusador (…) Si se extralimita el Ministerio Público Fiscal y me pide medidas como si fuera un juicio común, yo voy a presentar un reclamo de daños”, advirtió Ramírez Rigo.
Puso como ejemplo que si le quisieran imponer a Bárzola una imputación con restricciones o la obligación de avisar para salir de la Provincia, “también le ocasionarían un daño en su trabajo, porque él es camionero”.
“Con respeto lo digo. Si es un juicio común no puedo discutir nada, hasta le podrían ordenar prisión preventiva. Pero en este caso, si es que se trata de un juicio por la verdad, ni siquiera lo podrían haber llevado a equipo técnico (para tomarle muestras de ADN). Vamos a ser muy celosos, nos vamos oponer, porque no se pueden tomar medidas coercitivas o que tengan un perfil de encasillarlo en acusado”, dijo el letrado.
Ramírez Rigo insistió: “El juicio por la verdad es para saber la verdad, no para aplicar una pena o un castigo a quien podría o no haber sido el autor. Hay un daño que se genera por la persecución a mi defendido, están tratando de condenarlo socialmente y con la perspectiva de conseguir un castigo, cuando la pena está prescripta”.
“La familia quiere juicio común, quiere condena. Para nosotros ya prescribió la acción. El juicio por la verdad surgió por los crímenes de la dictadura, que eran de lesa humanidad, imprescriptibles. Acá lo siguen tratando de condenar cuando en un juicio por la verdad no hay condena. Por eso la defensa va a estar muy celosa de todos los actos que se realicen como si fuera un juicio común”, añadió el abogado.