Mientras continúa el estrépito que provocó el reciente descubrimiento de un camión térmico que ingresaba con drogas, celulares, pastillas y alcohol a la cárcel de Bouwer, el presidio más importante de la provincia de Córdoba, ahora es el turno de la Justicia provincial.
En ese sentido, dos complejas investigaciones han arrancado y avanzan en paralelo: por un lado, la fiscal Paulina Lingua, del fuero antinarcomenudeo, trabaja para establecer las conexiones internas dentro y fuera del presidio con la banda.
Por otro lado, el fiscal Enrique Gavier, de Delitos Complejos y quien viene investigando desde hace tiempo la corrupción en todo el Servicio Penitenciario de Córdoba, trabaja para determinar quiénes y para qué y a qué precio iban a recibir los celulares dentro del presidio.
De todos modos, si bien las causas se tramitan por separado y en paralelo, hay y habrá más contactos entre ambas fiscalías porque está claro que surgirán conexiones.
Las sospechas están puestas claramente en personal penitenciario y luego en “plumas” de los pabellones.
Por ahora, las causas están abiertas y no hay nuevas detenciones.
Quienes sí están detenidos son los dos ocupantes del camión que fue descubierto, el martes, con el cargamento de drogas y celulares escondido entre medias reses.
El vehículo había partido desde el conocido frigorífico Livorno de Río Cuarto y que es proveedor de carne.
El vehículo fue interceptado en el portón 1 de acceso a la Cárcel de Bouwer. Todo indica que el personal penitenciario ya manejaba la información sobre ese ingreso prohibido. “Fue una batida”, confió una alta fuente que conoce los pormenores penitenciarios.
El chofer, Néstor Roberto Lucero (37 años, oriundo de Las Higueras) y su compañero Jorge Luis Rodríguez (35, oriundo de Río de los Sauces) quedaron detenidos. Y así siguen en la alcaidía. Serán enviados a la mismísima cárcel en pocas horas.
Desde el fuero antinarcotráfico, fueron imputados por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada por el lugar (un establecimiento carcelario).
La pena de cárcel arranca en los 6 años y puede llegar hasta los 25.
Fuentes oficiales señalaron a La Voz que en el camión fueron encontrados: casi dos kilos de picadura de marihuana, 14 gramos de cocaína, una veintena de psicofármacos y una bolsa térmica con una bebida alcohólica. En paralelo, se hallaron siete modernos celulares, siete cargadores, siete plaquetas, una veintena de cables USB y hasta auriculares.
Todos estos elementos fueron encontrados en paquetes que estaban ocultos, a su vez, entre las medias reses de que eran transportadas por el camión térmico.
No está claro si fue un simple control de rutina o si los guardias del portón de acceso ya sabían de antemano que ese cargamento llegaba.
“Desde que asumimos, se han dado instrucciones de incrementar los controles en los penales. Así fue que se encontró este camión con esos elementos prohibidos en el ingreso a la Cárcel de Bouwer”, dijo el interventor del Servicio Penitenciario de Córdoba, Gustavo Vidal Lascano, quien remarcó que los controles continuarán en todos los penales y que se dispuso un nuevo protocolo de actuación con el personal de custodia en las cárceles.
Celulares y “call center” tumbero
En paralelo, el fiscal Enrique Gavier espera el avance de esta nueva investigación para resolver imputaciones: está claro que los celulares que estaban en el camión y los demás implementos informáticos iban a ir a parar a los pabellones de Bouwer para ser usados en los denominados call center tumberos, como se denomina a las organizaciones dedicadas a cometer estafas con teléfonos desde las celdas.
Varias bandas ya han sido desarticuladas, no sólo por Gavier sino por otras fiscalías, sin embargo estas organizaciones vuelven a rearmarse una y otra vez.
El punto es que no se sabe aún quiénes iban a recibirlos.
Gavier y equipo trabajan para determinar quiénes habrían sido los uniformados detrás del ingreso frustrado de esta aparatología.
Un celular y todo su equipamiento no llega solo a un pabellón.
Un smartphone puede venderse desde 500 mil pesos a $ 1 millón.
Hay más: a la luz de lo descubierto, todo indica que no era la primera vez que se producía el ingreso de drogas y celulares de esa manera con el ardid del camión con raciones.
La sospecha de los pesquisas es que era un modus operandi reiterado y que falló de manera imprevista.
La sospecha de algunos pesquisas es que fue una “batida” de alguien para dejar en evidencia a alguien o sacarse competencia de encima. Lo concreto es que el cargamento fue descubierto y representó un nuevo sismo dentro del SPC.
En este 2023, a instancias de Gavier, ya se detuvo a una gran cantidad de penitenciarios por presuntos hechos de corrupción que van desde: permitir el ingreso de celulares hasta el supuesto cobro de coimas para mejorar o alivianar situaciones carcelarias de internos, entre otras maniobras delictivas.
Los hechos de corrupción sucedieron en Bouwer, Cruz del Eje y Villa María. En ese marco, días atrás, fue detenido Juan María Bouvier, el extitular del SPC y otras altas autoridades de la fuerza.
Dentro y fuera de Bouwer
El secuestro del narcocamión provocó un verdadero temblor en el Gobierno y en la Justicia.
Si bien se secuestran dosis de drogas de manera permanente en los penales (a veces son ingresaos por las visitas, otras veces por drones, otras por penitenciarios desleales), hacía largo tiempo que no se descubría un camión con drogas en su interior.
Bajo un estricto secreto de sumario, trabaja ahora la FPA y la fiscalía de Paulina Lingua.
Está claro que el camión partió con las medias reses desde el frigorífico de Río Cuarto hacia Bouwer.
En esos 201 kilómetros, la droga y los celulares fueron cargados. La pregunta es dónde se cargó todo y quiénes están detrás de la maniobra en el inicio y quiénes iban a recibirlo.
Muchas son las preguntas. Por ahora, las certezas no están.
Nuevo protocolo y control aleatorio
Por directivas del interventor del Servicio Penitenciario de Córdoba, Gustavo Vidal Lascano, se ha dispuesto un nuevo protocolo de control al ingreso de mercaderías a los presidios de la provincia. Se dispuso que, tras la requisa de todos los vehículos que ingresan a los presidios, un penitenciario acompañe a los repartidores y controle la descarga de los elementos al lugar de destino. El acompañamiento será aleatorio.
Desde el SPC se indicó que se controlan vehículos que transportan
insumos alimenticios, materiales de construcción, repuestos de maquinarias y otros elementos. A partir de ahora, se dispuso, además de profundizar los controles, que se realice el seguimiento del vehículo hasta el lugar de descarga y se constate la calidad y cantidad de la carga. Además, se deberá labrar un acta oficial.
