La búsqueda de Estrella Domínguez Fernández, una jubilada asturiana de 75 años, terminó en un horripilante hallazgo en la provincia de Buenos Aires: su propio nieto, de 27, fue detenido tras confesar que la asesinó a golpes. El joven, identificado como José León Suárez, reveló que escondió su cadáver en un tambor de 200 litros en la terraza de la vivienda familiar.
Estrella, cuya desaparición fue reportada el 3 de septiembre, fue objeto de una intensa búsqueda tras desaparecer de su hogar en la calle Bidondo al 1.500. La situación tomó un giro escalofriante cuando el 9 de septiembre, la Fiscalía de San Martín ordenó un allanamiento en la casa luego de que Pedraza ofreciera testimonios inconsistentes sobre la ausencia de su abuela.
Según la información oficial, el cuerpo de Estrella fue encontrado cubierto con una mezcla de tierra, cal y cemento dentro del tambor en la terraza. El nieto habría escondido el cadáver en un tambor de 200 litros en la terraza de la vivienda familiar. La escena del crimen fue descubierta después de que el nieto se quebrara y admitiera el asesinato a las autoridades de la DDI San Martín.
Pedraza había informado inicialmente a su madre y a las autoridades que su abuela había estado ausente desde el 20 de agosto, tras una discusión.
Alegó que Estrella había salido llevándose su documentación y que posiblemente se había ido a España. Esta versión fue desacreditada cuando las investigaciones llevaron al hallazgo del cuerpo en la propiedad familiar.
Además del cadáver, la policía incautó el búho de madera, presunto arma del crimen. La fiscalía también ordenó el allanamiento de la vivienda de Oscar Sanabria, un inquilino que trabaja en una carnicería y que se sospecha tiene una relación cercana con Pedraza.
Sanabria fue arrestado después de que se encontraran en él marcas defensivas en su rostro, aunque su papel exacto en el crimen aún está bajo investigación.
Los motivos del crimen siguen sin esclarecerse completamente. Los investigadores sugieren que el asesinato podría haber sido el resultado de un ataque de furia, ya que no se encontraron indicios de motivaciones económicas. La familia de la víctima, que vivía en un mismo lote pero en construcciones separadas, parece estar envuelta en conflictos internos que podrían haber contribuido al trágico desenlace.
