“No podemos dormir tranquilos. No llevamos ninguna pertenencia cuando vamos a hacer las compras. Esto se convirtió en una ‘tierra peligrosa’ porque los robos no cesan, y hemos decidido ponerle un freno”.
Sin ahorrar angustia, un grupo de vecinos de barrio Los Paraísos, zona norte de la ciudad de Córdoba, tomó la decisión de dar un paso más allá en el uso de los grupos de seguridad: van a utilizar alertas para “perseguir a delincuentes y a sospechosos”, para poner un freno a lo que denominaron “un aumento preocupante de robos”.
Estos hechos de inseguridad, dijeron, son cometidos principalmente por adolescentes y por jóvenes. Los delitos varían, desde la sustracción de ruedas de autos hasta los hechos menos significantes, como la “rapiña de picaportes” que dicen padecer en los últimos días.
Pero los ataques más frecuentes incluyen el forzamiento de rejas o de puertas para cometer entraderas fugaces, en las cuales los delincuentes alzan lo que hallan a mano y huyen.
Para colmo, en varias oportunidades sufrieron amenazas con armas de fuego y elementos cortopunzantes, como “puntas”, cuchillos y puñales.
Los robos se producen mayormente por la noche. Los delincuentes se desplazan por las calles del barrio, saltando a los patios y forzando las rejas de las casas.
Las víctimas denunciaron una serie de hurtos, entre los que se incluye el robo de objetos personales, como teléfonos celulares, y otros artículos de valor, como elementos tecnológicos pequeños o mochilas. La secuencia de robos –que, según este grupo de vecinos, creció en el mes de noviembre– disparó la inquietud entre algunos habitantes del barrio, que integran hace largo tiempo tres grupos de WhatsApp.
Allí alertan cuando se está produciendo un hecho delictivo y, como también hay presencia de personal policial, usan el mismo canal para pedir móviles.
Pero a pesar de que reconocieron que hay presencia policial, a través de estos canales se mostraron dispuestos a comenzar, en algunos casos, a “perseguir a los delincuentes” por cuenta propia.
La respuesta vecinal ante la ola de inseguridad
El aumento de los robos y el temor generado por la violencia llevaron a un grupo de residentes a tomar estas medidas drásticas.
A través de las alertas en los grupos de WhatsApp, los vecinos comenzaron a coordinar sus esfuerzos para vigilar las calles y “seguir a los delincuentes” en el momento de su huida.
La presencia de la Policía, aunque constante, ha sido insuficiente para frenar el creciente número de delitos, según opinaron los propios habitantes del barrio.
A pesar de que los oficiales responden a las llamadas y envían patrulleros, algunos vecinos sienten que la Policía no puede hacer frente al volumen de robos, lo que los ha impulsado a tomar la situación con sus propias manos.
Enzo Castro, uno de los referentes barriales y responsable de los grupos de WhatsApp, relató un caso ocurrido hace 10 días, cuando un grupo de jóvenes forzó los barrotes de una reja para ingresar a una vivienda.
Los vecinos comenzaron a enviar ubicaciones precisas sobre los movimientos de los delincuentes, cuando estos emprendieron la huida.
Gracias a esta colaboración, los patrulleros lograron interceptar a la banda y detuvieron a varios de ellos. Según Castro, la clave de esta operación fue la coordinación de los vecinos, que mantuvieron una comunicación constante hasta que la Policía pudo actuar.
“Vamos a continuar con esta modalidad, porque es la única manera de atraparlos”, confiaron los vecinos a La Voz.
Y aunque estos vecinos se propusieron seguir a los delincuentes, dejaron claro que su intención no es enfrentarse directamente con ellos, ya que suelen moverse armados con pistolas o cuchillos.
Según Castro, la estrategia es vigilar y reportar los movimientos, pero nunca interceder físicamente, ya que los riesgos para la seguridad personal son elevados.
La frustración y el miedo han alterado las rutinas de los residentes, muchos de los cuales se ven obligados a medicarse para poder dormir. La sensación de inseguridad ha generado un profundo malestar, afectando la calidad de vida en un barrio que, históricamente, había sido tranquilo.
Noviembre y diciembre, los meses de los robos
En los últimos días, los hechos delictivos se multiplicaron en barrio Los Paraísos. Así lo confirman los testimonios de los vecinos que se organizan por WhatsApp.
En uno de los casos que se registraron los primeros días de noviembre, un padre relató que, a las 7.30 de la mañana, su hijo fue asaltado mientras se dirigía a la escuela. “Le sacaron el teléfono, lo tiraron al piso y lo amenazaron con un cuchillo”, comentó. Otros vecinos reportaron el robo de mochilas en zonas donde los niños caminan hacia sus escuelas.
El otro drama que reportaron es el robo de cubiertas. A lo largo del mes de noviembre, los residentes de esta zona contabilizaron más de 30 hechos. “Hubo un robo por día. Actúan con velocidad y por lo general usan un auto gris para desplazarse. Ahí cargan las gomas”, dijeron.
“Se están llevando todo”, comentó otra vecina por WhatsApp la semana pasada, cuando estaba siendo víctima de un robo en su jardín. Habían saltado las rejas de su casa y lograron ingresar para quitarle mangueras, floreros y demás objetos con poco valor de cambio. También le llevaron el picaporte de la puerta.
Pero los robos no sólo afectan a la propiedad privada. Otro incidente que se registró a inicios de diciembre estuvo signado por el intento de robo de cables de fibra óptica en la calle Vicente Espinel. En este caso, las alertas vecinales también fueron cruciales: “Los fuimos ubicando, hasta que los corrimos”, contaron.
En varios testimonios, los vecinos mencionaron que, a pesar de las múltiples denuncias, la Policía no siempre responde con rapidez. “Nos tenemos que cuidar entre nosotros, porque ni la Policía responde a tiempo”, expresó una vecina al compartir la información sobre un grupo de niños con piedras y palos que golpeaban todo lo que encontraban a su paso.
“Es hora de que ellos nos tengan miedo a nosotros, y no al revés. Vamos a seguirlos de cerca y nos vamos a organizar para sacarles fotos, filmarlos y que no se puedan escapar”, comentaron en Los Paraísos.
