Un violento ataque homófobo dejó a Juan Sabín, un joven de 24 años, con una doble fractura de mandíbula en el barrio porteño de Palermo. El hecho, que ocurrió en la madrugada del sábado, se enmarca en un preocupante aumento de la violencia y la saña contra la comunidad LGBTI+ en Argentina, según alertan diversas organizaciones de derechos humanos.
Juan Sabín relató los hechos desde su hogar, visiblemente cansado pero decidido a buscar justicia. La agresión sucedió mientras él y un amigo, visiblemente afectado por la noticia del fallecimiento de su abuela, intentaban pedir un Uber en el Paseo de la Infanta, cerca de Avenida del Libertador.
Dos jóvenes pasaron y comenzaron a burlarse de su amigo, imitando su llanto. “Les dije como que no, no pintaba lo que estaban haciendo”, contó Juan, explicando que no se quedó de brazos cruzados. Ante su intervención, los agresores se abalanzaron sobre él. Uno de ellos, con una escalofriante declaración, le dijo al otro: “Dejámelo a mí, yo siempre quise pegarle a uno de estos”. Juan fue arrojado al suelo y recibió dos patadas en la cara, lo que le provocó una hemorragia y una fractura doble de mandíbula.
Tras el ataque, Juan fue trasladado de urgencia al hospital odontológico José Dueñas y luego derivado al Piñero, donde le diagnosticaron la fractura y la necesidad de una cirugía maxilofacial con placas de titanio. El costo de los materiales asciende a siete millones de pesos.
A pesar del miedo inicial y la confusión, Juan apeló a la solidaridad en sus redes sociales, logrando, en pocas horas y gracias a la viralización de su caso, reunir el dinero necesario para su operación. Ahora, con el apoyo de su madre, se prepara para la recuperación y para radicar la denuncia en la fiscalía, confiando en las numerosas cámaras de seguridad de la zona para identificar a sus agresores.
Ataques contra la comunidad LGBTI+
Este brutal episodio no es un hecho aislado, sino parte de una violencia sistemática que avanza contra la comunidad LGBTI+. Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, señaló que el Primer Relevamiento de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual en Argentina indica que el 31% de las personas LGBTI+ sufrieron ataques de vecinos o desconocidos en la vida pública.
Las cifras del último informe semestral del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+ son aún más alarmantes: en los primeros seis meses de este año, se registró el 72% de los casos de agresión ocurridos en todo el año pasado. El 57,8% de estos ataques fueron a través de golpes, y la “saña”, definida como “furor, enojo ciego” o “intención rencorosa y cruel”, es parte del mensaje.
Esteban Paulón, expresidente de la Federación Argentina LGBT y actual diputado nacional, enmarca estos hechos en un contexto de “agresiones permanentes por parte del gobierno nacional de Javier Milei”. Paulón menciona acciones como el discurso “anti derechos” del Ministro de Justicia en la Comisión de Mujeres, el discurso de Davos del Presidente Milei, y la eliminación del Ministerio de las Mujeres y del Inadi, señalando que “los discursos de odio y la legitimidad de los discursos de odio habilitan ataques de odio que estamos viendo con un crecimiento realmente preocupante”.
Belski coincide, enfatizando que “el Estado no puede mirar para otro lado frente a agresiones que dejan marcas físicas y psicológicas profundas y que buscan disciplinar a las personas por ser quiénes son”.
Ante este escenario alarmante de “falta de garantías de seguridad en el espacio público y la creciente normalización de ataques físicos”, es crucial la visibilización de estos casos y la búsqueda de justicia. Para las personas que sufran este tipo de ataques en la Ciudad de Buenos Aires, existen herramientas como la Defensoría LGBT, las Fiscalías especializadas en Discriminación y la Dirección de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.