Son horas largas para la familia de Lázaro (13), el adolescente que completó más de una semana en la terapia intensiva del Hospital de Niños. El domingo 12 una patota protagonizó un ataque contra él y dos de sus amigos en la plaza Jerónimo del Barco, barrio Alto Alberdi, de la ciudad de Córdoba.
Entre el grupo conformado por unos 20 atacantes hubo uno que se agachó, alzó un trozo suelto del cordón de la vereda, y lo tiró contra la víctima. Le pegó en la cabeza, provocando una herida en el parietal derecho.
La fiscal del caso, Norma Scaglia, completó hoy una serie de procedimientos para avanzar con el esclarecimiento de los hechos. Busca saber si hubo alguna persona mayor de 16 años involucrada en este episodio de violencia urbana.
Por ahora no encontró a nadie. En caso de que no lo haga deberá apartarse de la causa. Ella atiende los asuntos de los chicos que tienen entre 16 y 17 años.
Sin embargo, en la fiscalía no descartan todavía un hallazgo como este. De hecho, se espera que entre el miércoles y el jueves asista a declarar un testigo que se considera “muy relevante”, según fuentes allegadas a la investigación.
En paralelo, Scaglia será reemplazada temporalmente por el fiscal penal juvenil Gustavo García. El próximo lunes, la fiscal retomará las riendas del caso.
Antes de retirarse, Scaglia admitió como querellante particular a la familia de Lázaro, representada por el abogado Carlos Nayi. La notificación le llegará este miércoles al mencionado letrado y a todas las partes involucradas.
En la otra vereda, la fiscalía ya identificó a cuatro presuntos agresores. Tres de ellos golpearon con ferocidad a A., un amigo de Lázaro que resultó con heridas leves.
El último fue notificado de la atribución delictiva el pasado viernes. Los tres tienen atribuciones por “lesiones leves”.
Todos tienen 14 años, a diferencia del adolescente que se encuentra bajo la tutela de la Justicia en el Complejo Esperanza, en la localidad de Bouwer.
A este cuarto chico –que dijo en un comienzo que tenía 14 años, pero luego se confirmó que tiene 15– se le atribuye un intento de asesinato.
Todos nombraron abogados defensores.
La fiscalía, en tanto, continúa con los allanamientos y no se descartan nuevas atribuciones a presuntos agresores.
También se clasifica una cantidad abundante de imágenes tomadas por los domos policiales. A esto se le suman los testimonios que ya fueron recogidos por Scaglia, provenientes de algunos adolescentes que se acercaron a la fiscalía acompañados de sus padres.
Las redes sociales fueron un recurso importante para la investigación. Los pesquisas dedicaron una buena parte de su tiempo en explorar las relaciones virtuales que están establecidas en los múltiples perfiles de cada uno de los presuntos involucrados.
A través de esta búsqueda, la fiscalía logró hallar comentarios y pistas que estaban relacionados con la pelea que se desarrolló en la noche del 12 de noviembre.
Se espera que entre el final de esta semana y el comienzo de la próxima se pueda tomar la exposión informativa (correlativo a una declaración de un imputado en el caso de personas mayores de 18 años) al adolescente que está bajo tutela de la Justicia.
La salud de Lázaro: no tiene lesiones oculares
En tanto la investigación avanza, la familia de Lázaro continúa firme en la puerta de la guardia del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad, ubicado en la zona céntrica de la ciudad de Córdoba.
Los médicos le informaron a Javier Rivarola, papá de Lázaro, que el niño no tiene lesiones oculares.
Según los estudios más recientes, el paciente responde a los reflejos de la luz.
“Neurológicamente, no tiene afectada la vista. Lo que tiene en el ojo es como si fuera un moretón en cualquier otra parte del cuerpo. Despertó, por lo que me dijo la enfermera”, contó con esperanzas el progenitor.
Según la información brindada a la familia, el adolescente despertó y abrió uno de sus ojos mientras las enfermeras a su cuidado le hablaban.
“Le preguntaron si escuchaba y él les apretó la mano. Cuando le preguntaron si veía, dijo que sí, que sí veía, a través de otro apretón de manos. Así que son buenas noticias”, agradece el papá.
