Una mujer de 30 años irá a juicio por haber dado muerte de una puñalada a su padre, en un hecho ocurrido el 2 de enero de 2025 en la zona rural de Almafuerte, en el departamento Tercero Arriba.
Así lo resolvió la fiscal Paula Bruera, de los tribunales de Río Tercero, quien investigó el caso y le solicitó a la Cámara Criminal y Correccional local que establezca la fecha en que se realizará el juicio.
Jenifer Raymondo se sentará en el banquillo acusada de haber matado con un cuchillo a su padre, Atilio, de 60 años. Está imputada de homicidio agravado por el vínculo, pero en estado de emoción violenta.
La mujer quedó detenida luego de haber reconocido ser la autora del crimen. 13 días después recuperó la libertad. Llegará a juicio en libertad.
Su abogado Carlos Pajtman había dicho que su clienta sufría un calvario en el marco de una situación de violencia familiar: “Las pericias psicológicas y psiquiátricas hablan de que en realidad tuvo abusos sexuales desde muy jovencita, pero previo a eso desde niña tuvo mucha violencia física”.
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De la investigación se desprende que la mujer habría atravesado desde su infancia y adolescencia severos maltratos, agresiones físicas, explotación infantil y abusos sexuales por parte de su padre.
Ese contexto de violencia habría sido la causa del estallido emocional y la anulación de la capacidad reflexiva de la supuesta autora del crimen de su padre.
Horas después del crimen, la mujer confesó su autoría ante el fiscal Alejandro Carballo. Incluso fue ella quien llamó a familiares de su padre fallecido e imploró la presencia de una ambulancia apenas cometió la agresión fatal.

Jénifer y Atilio vivían a cinco kilómetros de la zona urbana de Almafuerte. La casa está ubicada en un pequeño campo dedicado a la crianza de animales, en el camino de tierra conocido como Alma Negra, que une a esa ciudad con Río Tercero, en un recorrido paralelo al de la autovía de ruta 6.
En los últimos años la madre y los hermanos de Jénifer se habrían ausentado del hogar familiar por otros presuntos casos de violencia familiar ocurridos años atrás. Se habían mudado a Villa del Totoral. Desde entonces solo convivían Jénifer y Atilio en esa casa rural.
También se investiga por qué la ahora imputada habría dejado de asistir a la escuela en tercer grado del nivel primario.
Para su abogado, “ella actuó harta de soportar un presunto abuso sexual”. Y agregó: “A Jénifer la mataron hace varios años, quería salir de ese infierno”.
Varios testigos habrían aportado una versión similar en el expediente.
En el juicio se evaluarán las circunstancias que rodearon el hecho.