La Justicia Federal allanó este martes una casa en el barrio Parque Luro de Mar del Plata en procura de una obra de arte robada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y constató que la pintura titulada “Retrato de una dama”, del italiano Giuseppe Ghislandi, no estaba en el lugar.
El operativo judicial, ordenado por el fiscal federal Carlos Martínez, se realizó en la vivienda de la calle Padre Cardiel al 4100, propiedad de Patricia Kadgien, hija de Friedrich Gustav Kadgien, un exfuncionario nazi de alto rango.
El expediente judicial se tramita bajo la figura de “presunto encubrimiento por contrabando”.
Un hallazgo “casi surrealista” en el sitio de una inmobiliaria
La pista clave que llevó a este allanamiento surgió de una manera insólita.
Un periodista del medio neerlandés AD, Peter Schouten, quien investigaba sobre los herederos de Kadgien en Mar del Plata, notó un cartel de venta en la puerta de la propiedad.
Al revisar la página web de la Inmobiliaria Robles Casas y Campos, especializada en propiedades premium, encontró la obra colgada sobre el sofá del living en una de las fotografías de la publicación que ofrecía un tour virtual del inmueble.
Expertos no dudaron de la autenticidad de la pieza debido a la nitidez de la imagen.
La obra, cuyo valor cultural e histórico es incalculable, había sido robada a la prestigiosa colección del comerciante judío Jacques Goudstikker, uno de los galeristas de arte más importantes de los Países Bajos, quien murió en 1940 mientras huía de los nazis.
La galería de Goudstikker, que albergaba más de 1.100 piezas, incluyendo obras de Rembrandt y Vermeer, cayó en manos de los ocupantes alemanes.
Hermann Göring, uno de los principales jerarcas nazis y mano derecha de Kadgien, se hizo con las pinturas mediante una “venta forzada” dos meses después de la muerte de Goudstikker.
El allanamiento: el cuadro no estaba, pero sí otras sorpresas
Apenas los efectivos de la Policía Federal y funcionarios judiciales ingresaron al chalet de piedra Mar del Plata, se encontraron con que el lugar donde se suponía debía estar el “Retrato de una dama” ahora exhibía un tapiz de generosas dimensiones con motivos de paisaje y caballos. “No está el cuadro en la casa”, confirmó el fiscal Carlos Martínez.
Los investigadores notaron cambios en la disposición del mobiliario y marcas en la pared que evidenciaban el paso de otra decoración.
Aunque la pintura no fue encontrada, los agentes secuestraron algunos bocetos y grabados de 1947 con referencias a Alemania, además de dos armas de fuego –una carabina y un revólver calibre 32/22– que no contaban con documentación y no tenían relación con la causa del cuadro.
Friedrich Kadgien: el “mago de las finanzas nazis”
El exfuncionario nazi Friedrich Kadgien, padre de la propietaria, es descrito como un “superpesado” y “mago de las finanzas nazis”.
Fue uno de los hombres más buscados por los aliados después de la guerra y mano derecha del mariscal Hermann Göring.
Kadgien se especializó en operaciones de blanqueo de capitales, llegando a ocultar entre 1.000 y 3.000 millones de marcos a través de firmas que fundó en Río de Janeiro y Buenos Aires antes de establecerse en Sudamérica.
Patricia Kadgien, profesora de yoga, y su esposo se negaron a hacer declaraciones ante la prensa y los investigadores durante el allanamiento. La Justicia, sin embargo, no descarta nuevas acciones.
El misterio continúa y la Justicia promete seguir buscando
La publicación del hallazgo de la foto del cuadro tuvo impacto internacional y provocó la desaparición de la imagen del sitio web de la inmobiliaria y la baja de la propiedad de su cartera de ventas.
La fiscalía tomó nota de que en publicaciones previas de la misma propietaria se detectó otra pintura, un bodegón floral del artista Abraham Mignon, que también figuraba en el listado de obras robadas por el nazismo y que tampoco fue hallada en la casa.
Aunque por el momento no hay una imputación formal sobre los investigados, el presunto encubrimiento de contrabando podría derivar en un procesamiento, y la Justicia internacional considera que el robo de la pieza en el contexto del genocidio nazi lo convierte en un delito imprescriptible.
El fiscal Carlos Martínez fue claro al salir del allanamiento: “No dieron con la pieza denunciada”.
En cuanto al destino de la obra, “no hay certezas, aunque sí algunas pistas que serán atendidas en el curso de la pesquisa que está en avance. La vamos a seguir buscando”, remarcó Martínez.