Un violento y confuso operativo policial en el barrio Lomitas de Oro de Río Cuarto culminó este miércoles con la irrupción por la fuerza en una vivienda que, minutos después, los propios efectivos reconocieron que habían allanado por error. La situación generó un enorme susto en la familia, dejando a una abuela en estado de shock, y motivará acciones judiciales.
El hecho se registró alrededor de las 7.30, cuando siete móviles policiales, con efectivos encapuchados y armados, irrumpieron en una casa ubicada en la calle Trabajo y Previsión al 700.
Según el relato de Tomás, nieto de la propietaria: “Escuchamos una explosión, habían reventado la puerta del pasillo y después la de la casa”.
Allanamiento violento en una vivienda equivocada en Río Cuarto
La acción fue contundente: “Entraron todos armados, encapuchados, con escopetas, tiraron al piso a mi tío y lo precintaron”, detalló en diálogo con el programa radial “La Vuelta del Perro”. La magnitud del operativo fue tal que incluso se cortaron varias calles del barrio, incluyendo Buenos Aires y Trabajo y Previsión, reportó el portal LV16.
Sin embargo, el momento más alarmante llegó poco después. Al solicitar los datos a los moradores, los efectivos se dieron cuenta del grave error. “Cuando les piden los datos a mis tíos, se dan cuenta de que nada coincidía. Ni el documento, ni el nombre, ni la foto, ni siquiera la dirección. Fue un error completo”, contó Tomás. Lo más indignante, según su testimonio, es que en ese instante “los propios policías admitieron que se habían equivocado de casa y de persona. Así, sin más”.
La consecuencia inmediata fue un profundo impacto en la familia. La abuela, Nancy, quedó tan afectada que no pudo hablar en el programa de radio.
“Está muy nerviosa, quedó en shock. Imaginate que te entren así a tu casa de golpe, te tiren al piso, y después te digan: ‘perdón, no eras vos’”, graficó Tomás.
Los vecinos de Lomitas de Oro también se alarmaron. La familia es conocida en la zona, lo que hizo que la noticia del allanamiento equivocado corriera rápidamente.
“Todos empezaron a hablar, a preguntarse qué había pasado. Esto genera un daño moral también, más allá del susto", remarcó el joven.
Posteriormente, personal de la comisaría de barrio Abilene se acercó a la vivienda para pedir disculpas y reconocer formalmente el error. Ofrecieron asistencia psicológica a la familia afectada. A pesar del pedido de disculpas y la oferta de ayuda, Tomás afirmó: “Ahora vamos a buscar una vía judicial, porque esto no puede volver a pasar".
