Sorprendió a todos los presentes, al abrir la audiencia de este viernes, que el imputado Javier Catriel Alarcón, pidiera ampliar su declaración. El trámite fue tan escueto como contundente. El cabo 1° terminó confesando que el arma secuestrada frente a la plaza de las Américas era de él.
Esto es un reconocimiento tácito de que ese revólver Doberman calibre 22, no operativo, fue plantado para perjudicar a las víctimas, como sostiene la acusación. Como se venía sosteniendo es el “tango” (revólver trucho) que se mencionó varias veces durante este debate.
El acusado de disparar contra el Fiat Argo añadió que tras la balacera la agente Wanda Micaela Esquivel recibió un llamado del cabo Leandro Alexis Quevedo que le indicó “que consiguieran un arma para plantar”.
Esto coincide con la declaración de la imputada Esquivel, quien confesó durante la instrucción que Alarcón le ordenó que plantara el arma, como efectivamente lo hizo.
La declaración de Javier Alarcón sorprendió además porque su acusación no es por encubrimiento sino por homicidio calificado. Él y el cabo 1° Lucas Damián Gómez están imputados por esa figura penal porque se les adjudica haber disparado contra el Fiat Argo. A Gómez, además, se lo señala como quien efectuó el disparo que terminó por matar a Blas Correas.
Tras la breve declaración de Alarcón, la sexta audiencia continuó con las declaraciones de dos de los jóvenes sobrevivientes, Mateo Natali y Cristóbal Bocco Cámara (ver aparte).
Para la semana próxima se espera el testimonio de los otros dos sobrevivientes que estaban en el interior del auto, junto a Blas, quienes también son querellantes: será el turno de Camila Toci y del conductor del Fiat Argo, Juan Cruz Camerano Echevarría.
Las audiencias de la semana próxima serán los días martes, miércoles y jueves, desde las 9 hasta las 16.
No se descarta que, en virtud de la prueba que viene ventilándose se produzcan nuevos pedidos de ampliación de indagatoria de los acusados. Algunos dichos y algunas evidencias que vienen surgiendo en el juicio oral hacen surgir la necesidad de que algunos imputados necesiten aclarar algunos puntos que sienten que los comprometen.
