El hombre llegó caminando a paso apurado y sin dejar de mirar para atrás. Cuando faltaba poco para llegar al estudio de su abogado defensor, dos sombras aparecieron y se le fueron encima. Eran investigadores de civil del departamento Robos y Hurtos de la Policía. Hacía largos días (y sus noches) que los pesquisas estaban tras sus pasos.
El hombre había dicho que iba a entregarse en lo de su abogado. Por temor a que se arrepintiera, lo atraparon en la calle.
Cuando Alejandro Luciano Torres Herrera (29) quiso reaccionar, ya era tarde. El joven ya estaba contra una pared y con sus manos esposadas. En un abrir y cerrar de ojos, fue introducido en un auto y llevado a la Jefatura de Policía.
El operativo se concretó en las últimas horas cerca del cruce de calles Montevideo y Corro, en barrio Observatorio de Córdoba, a pocas cuadras de Tribunales II.
Torres Herrera permanece preso acusado de haber sido uno de los supuestos miembros de la banda que, semanas atrás, asaltó y asesinó al empresario Gustavo Adolfo Poletti (59) en una casa de La Calera, en el Gran Córdoba.
Desde la fiscalía de Jorgelina Gutiez, donde está radicada la causa, se dispuso imputarlo como presunto autor de homicidio en ocasión de robo y se lo envió a la cárcel de Bouwer.
Mientras tanto, los pesquisas continúan con el trabajo investigativo a paso firme.
Se busca a por lo menos un hombre que ya está identificado y con orden de captura. Sería también cordobés. No se descarta que ya esté fuera de la provincia.
Poletti, si bien era cordobés, se había instalado en México hacía muchos años. En las últimas semanas volvió a Córdoba, según indicaron sus allegados, para blanquear ante la Afip una millonaria cifra producto de la venta de una propiedad. Estaba parando en la casa de su madre.
El 27 de septiembre último, su cadáver fue encontrado en el interior de esa vivienda ubicada en calle Olcese al 400, a pocas cuadras del centro de La Calera. Nunca llegó a ir al banco para concretar la operación.
Fue hallado maniatado y con una media en la boca y con signos de maltrato. La autopsia determinó que murió por asfixia mecánica.
Una banda había logrado entrar a la vivienda presuntamente por una ventana y lo sorprendió.
La casa quedó con mucho desorden.
El grupo se alzó con al menos $ 61 millones y U$S 53 mil ($ 53 millones a valor blue) y dos modernos celulares iPhone, entre otras pertenencias.
Su cuerpo fue encontrado por la Policía. Sucedió que una amiga había ido a su casa preocupada porque no se sabía nada de Poletti desde hacía varias horas.
De hecho, esa mujer fue enviada por otro amigo del empresario inquieto porque lo esperaba en un banco y el hombre no llegaba.
Avance de la causa y captura
Bajo un estricto hermetismo, como sucede con todos los crímenes y más con los casos complejos, comenzó a trabajar la fiscalía y el personal de Robos y Hurtos de la Policía comisionado a la causa. En paralelo, se pidió colaboración a la Policía Judicial.
La hipótesis de un robo estuvo planteada prácticamente desde el arranque, aunque hay aspectos del caso que todavía siguen bajo análisis.
La pesquisa comenzó a dar pasos firmes en los últimos días, merced a testimonios y a distintos rastreos y medidas procesales, según trascendió.
Al menos dos hombres relativamente jóvenes fueron vinculados al caso, identificados, y se les dictó captura. Se hicieron allanamientos que no dieron resultado, por lo menos en lo que respecta a sus arrestos. No está claro si se hallaron elementos vinculados a la causa.
En los últimos días, los sabuesos lograron dar con pistas concretas sobre uno de los buscados, quien ya había abandonado su domicilio y los lugares que solía frecuentar.
Con los datos obtenidos y en el marco de un paciente trabajo investigativo, investigadores lograron dar con Alejandro Luciano Torres Herrera a metros del estudio de su abogado. Fuentes con acceso a la causa indicaron que fue atrapado cuando estaba por llegar al lugar.
Imputado por homicidio en ocasión de robo, el acusado ya fue enviado a la cárcel de Bouwer. La pesquisa continúa.
