A cinco años del gatillo fácil contra Valentino Blas Correas en un control policial en la ciudad de Córdoba, su mamá Soledad Laciar ratificó la lucha por justicia y para que este tipo de casos de violencia institucional no ocurran “nunca más”.
Por el crimen hay 11 policías condenados, dos de ellos a perpetua. Hace pocas horas, el Tribunal Superior de Justicia, ratificó las condenas.
A su vez, hay una causa abierta en el fuero anticorrupción con 18 imputados, entre los que sobresale el exministro de Seguridad Alfonso Mosquera.
En diálogo con el streaming La Voz En Vivo, Laciar destacó el trabajo de la fiscalía que permitió la ratificación de las penas por el juicio que se llevó a cabo, pero sostuvo que ahora la Justicia deberá determinar las responsabilidades políticas del caso.
–¿Está conforme con la decisión del Tribunal Superior de Justicia, que confirmó las condenas por el crimen de Blas?
–Sí. La verdad es que no tenía dudas. El trabajo de la Fiscalía fue impecable y esperaba que se ratificara el fallo de la Cámara 8ª del Crimen. En un día tan especial, eso me da algo de paz. Siento que Blas, desde donde esté, puede descansar un poquito más tranquilo.
–¿Qué esperá ahora?
–Que sigan las investigaciones hacia arriba. Si queremos que las cosas cambien de verdad, la Justicia tiene que avanzar con las responsabilidades políticas. Se corrieron vistas para investigar a otros policías y funcionarios, y eso todavía no tiene respuesta. A mí me interesa saber qué tuvo que ver (el exministro de Seguridad) Mosquera, qué responsabilidad tuvo (el expolicía) Cumplido. No puede terminar todo con los que apretaron el gatillo.
–¿Creé que se hizo justicia por Blas?
–Para mí, justicia sería que Blas esté conmigo. Como eso no va a pasar, lo único que me alivia es que no vuelva a ocurrirle a nadie. Por eso sigo pidiendo que haya consecuencias políticas. Durante el gobierno anterior hubo muchas fallas. No sólo en seguridad. Y en muchos de esos casos hubo funcionarios que (el exgobernador) Schiaretti eligió. Yo no soy quién para hablar de su persona, pero sí puedo decir que se equivocó con (Oscar) González, con (Diego) Concha, con Mosquera, con quienes condujeron la Justicia y la Seguridad. No estoy pidiendo que vaya preso, pero sí que se haga cargo. Un simple “me equivoqué” sería un acto de humanidad.
“Lo de Schiaretti fue una gran decepción”
–¿Volvió a hablar con Schiaretti?
–Nunca más. Ni me lo crucé. Sí tengo buen diálogo con el actual gobernador, con Llaryora, con el ministro (Quinteros). Incluso se está haciendo la obra de Blas y eso tiene un valor simbólico. Pero lo de Schiaretti fue una gran decepción. En su momento lo sentí frío, sin sensibilidad. Uno espera otra actitud de alguien que también sufrió una pérdida en su vida. El poder a veces vuelve a las personas insensibles, las hace creer que no les va a pasar nada.
–Siempre marcó que no quería que se odiara a la Policía. ¿Cómo ve hoy a la fuerza? ¿Cómo lo ve la gente?
–Hablo por mí. En la calle veo policías jóvenes con otra actitud, más empáticos. Pero falta muchísimo. No se puede pedir compromiso con su tarea si el Estado no los respalda. Un policía gana un millón de pesos y pone el cuerpo todos los días, mientras un senador gana nueve. Está desbalanceado. Además, siguen apareciendo casos graves, como en la Caminera. Me alegra que salgan a la luz, pero también me preocupa: ¿cuántos malos quedan adentro? La depuración tiene que ser real, y la Justicia también debe actuar. Porque si se queda con los expedientes guardados años, no sirve.
–¿Qué siente ante la continuidad de causas que involucran a altos mandos policiales?
–Siento alivio cuando se sabe la verdad. Pero no alcanza. Lo que pasó con Cumplido, que le dieron un auto para que se callara, no puede existir más. Hoy el Gobierno dice que no va a encubrir. Ojalá cumpla. Yo voy a seguir exigiendo, porque los responsables siguen con su vida, bien ubicados, mientras yo voy al cementerio a ver a mi hijo. Y eso es profundamente injusto.