La Salada, la reconocida megaferia de Lomas de Zamora, ha vuelto a la actividad este lunes 16 de junio, después de un cierre que se extendió por tres semanas.
Los predios de Urkupiña y Ocean ya recibieron al público a partir de las 7 de la mañana, marcando el fin de un período de incertidumbre para miles de feriantes.
La clausura total de la feria, que comenzó el 22 de mayo, se produjo tras la detención de Jorge Castillo, conocido como “El Rey de La Salada”, en el marco de una causa por contrabando y lavado de activos.

Aún se desconoce la fecha de reapertura de Punta Mogote, la tercera sección del complejo.
El regreso esperado y la desvinculación de los feriantes
La noticia de la reapertura fue comunicada por Urkupiña SA a través de sus redes sociales el sábado 14 de junio, informando que se había levantado la clausura preventiva y se había hecho entrega del predio.
La empresa detalló que la feria retomaría sus actividades comerciales en sus días y horarios habituales.

Por su parte, Ocean también anunció su regreso mediante una fotografía en Instagram con la leyenda “Volvemos”.
Durante las semanas de cierre, los feriantes realizaron diversas manifestaciones, con cortes de tránsito, para exigir la posibilidad de volver a trabajar, asegurando no tener vínculo con Jorge Castillo.
Estrictas condiciones para la nueva etapa de fiscalización
La resolución judicial que permitió la reapertura de la feria impone una serie de condiciones que buscan regularizar la situación de los predios.
Las sociedades responsables tendrán un plazo de 90 días para designar nuevas administraciones, las cuales deberán encargarse de regularizar la situación fiscal, llevar registros contables detallados, realizar inventarios exhaustivos, analizar pasivos y reportar mensualmente todos los movimientos económicos.
Además, es mandatorio que se instalen sistemas bancarizados para el cobro dentro de los predios, se registren adecuadamente los puestos alquilados y se garanticen condiciones laborales formales para todos los trabajadores.
En este sentido, desde Urkupiña se ha solicitado a los feriantes que sus puestos cuenten con constancia impresa de inscripción ante Arca, así como la emisión de comprobantes de ventas.
Para los inquilinos, se exige tener un contrato de alquiler y la constancia de procedencia de la mercadería.
Estas medidas buscan asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, laborales y comerciales, así como la prohibición de venta de indumentaria que viole la ley de marcas