Si bien la popularidad del veganismo no deja de crecer a nivel global, especialistas insisten en que existen productos etiquetados como ‘veganos’ y que no cumplen su función.
Una dieta vegana mal estructurada puede provocar irregularidades que afectan al organismo, por lo cual es de suma importancia una planificación adecuada y supervisión profesional en todas las etapas de la vida que se decida afrontar con esta forma de alimentación.
El engaño de los ‘veganos’ ultraprocesados
La creencia de que todo alimento vegano es inherentemente saludable es un error. La nutricionista Nuria Cañas Cano de Blua de Sanitas advierte que muchos productos comercializados como ‘veganos’ son, de hecho, ultraprocesados, pobres en proteínas de calidad y deficitarios en nutrientes clave. Una dieta vegana mal planificada puede generar dificultad para absorber micronutrientes si las combinaciones de alimentos son incorrectas o la variedad es escasa, así como un aporte calórico insuficiente, especialmente crítico en niños y adolescentes con altas demandas energéticas.
Nutrientes bajo la lupa: Los riesgos de las dietas veganas
Los especialistas señalan que una dieta vegana sin una planificación meticulosa puede conducir a carencias de nutrientes que impactan negativamente la salud:
- Vitamina B12, Hierro y Omega-3 (EPA y DHA): El déficit de estos nutrientes esenciales puede desencadenar dificultades de concentración, irritabilidad, fatiga mental y, en casos graves, daños neurológicos. La fatiga, en particular, puede convertirse en crónica si la suplementación no se inicia desde el principio en una alimentación vegana.
• Proteínas completas, Calcio, Vitamina D, Zinc y calorías: Estos son vitales para el desarrollo físico adecuado de los niños, en niveles bajos pueden afectar negativamente su crecimiento y el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. En la edad adulta, la falta de estos componentes compromete directamente la salud ósea incrementando el riesgo de fracturas, osteopenia u osteoporosis.

Desde la infancia hasta la fertilidad: El impacto en la salud
La planificación adecuada es crucial en todas las etapas de la vida, especialmente en la infancia, la adolescencia y el embarazo. En estos periodos, un aporte insuficiente de nutrientes puede tener graves repercusiones en el desarrollo y la salud general.
Además, las mujeres pueden enfrentarse a ciertos desequilibrios y hasta trastornos. Una planificación incorrecta en la dieta vegana con bajo aporte de calorías, grasas saludables o hierro, puede derivar en trastornos menstruales como amenorrea (ausencia de menstruación) o ciclos irregulares. Estos cambios hormonales pueden, a largo plazo, afectar la fertilidad. Los expertos enfatizan que las mujeres jóvenes y las deportistas son especialmente vulnerables.
La clave del éxito: Planificación y supervisión profesional
Los especialistas coinciden en que es posible llevar una dieta vegana saludable en cualquier etapa de la vida pero requiere planificación rigurosa y, en muchos casos, el uso de alimentos fortificados o suplementos, siempre bajo la guía de un profesional.
La nutricionista Cañas Cano concluye que “el veganismo es perfectamente viable en todas las etapas de la vida, pero requiere una planificación adecuada y seguimiento profesional. No basta con eliminar los productos de origen animal; es imprescindible saber cómo sustituirlos correctamente”.