En esta búsqueda de armonía, los espejos son fundamentales, pero también pueden causar el efecto contrario. Son poderosos reflectores de energía, y una ubicación que no va puede alterar el flujo natural del “chi”, generando desde insomnio hasta tensión emocional.
Es importante saber que, la clave para un hogar armonioso es aprovechar la función de los espejos como reflectores de energía de manera consciente. Si querés atraer la prosperidad y la calma, acá te dejamos los cinco lugares de la casa donde, según el experto de Feng Shui, Kike Claveria, no deberías colgarlos.
Cinco lugares en los que no deberías colgar espejos, según el Feng Shui
1. Frente a la cama. ¡Ni se te ocurra! Poner un espejo justo en frente de donde dormís puede afectar negativamente tu energía y la del ambiente. Como el espejo refleja la energía durante tu descanso, esto puede provocarte inquietud, insomnio y, a la larga, un desequilibrio emocional.

2. Sobre el cabecero. Si buscás un buen descanso profundo, evitá esta ubicación. Colocar espejos sobre el cabecero es desfavorable porque interfiere con la calidad del sueño, generando un ambiente cargado que perturba el descanso. Desde la óptica del Feng Shui, altera negativamente el flujo del chi.
3. Frente a otro espejo. Cuidado con el efecto de bucle energético. Instalar un espejo frente a otro no equilibra nada; al contrario, produce un ciclo constante potencialmente desestabilizante. Esta disposición puede generar tensión, confusión y un ambiente cargado que no favorece la armonía del hogar.
4. En la cocina. La cocina es considerada una zona sensible a nivel energético. El problema es que los espejos refuerzan el elemento fuego, que ya predomina en ese espacio. Esta amplificación puede ocasionar desequilibrios importantes y tener efectos negativos en la salud emocional de quienes habitan la casa.

5. Frente a la puerta principal Este es un error re común y grave, ya que el Feng Shui considera que la puerta principal es por donde ingresa la energía al hogar. Si ponés un espejo de frente, lo que hacés es que la energía positiva rebote hacia el exterior. Esto impide que permanezca y circule adecuadamente por el espacio, debilitando el flujo energético general.