Cinco propuestas de cambio legal clave en Italia no lograron prosperar este lunes. Una vez más, la falta de quórum, es decir, la ausencia del voto de la mitad más uno de los 51 millones de electores convocados, impidió que fueran modificadas.
Los referéndums abarcaban cuatro medidas vinculadas a derechos laborales y una relacionada con la ley de ciudadanía.
El fracaso por falta de quórum
Para que un referéndum abrogatorio o modificatorio sea válido en Italia, es necesario que participe al menos el 50% más uno de los votantes inscritos en el padrón.
En esta ocasión, el resultado fue “muy magro”, superando apenas el 30% de participación, lo que lo dejó muy lejos del mínimo indispensable.
Este escenario se ha convertido en un “mal endémico” en Italia, con ningún referéndum logrando imponerse por sufragio de más del 50% más uno desde 2011.
Este fracaso se ha observado bajo gobiernos de distinto signo político, tanto de centro derecha como el actual, presidido por Giorgia Meloni, como de centro izquierda.
La Ley de Ciudadanía en debate
Uno de los referéndums más comentados proponía modificar la ley para reducir de 10 a 5 años el período de residencia legal en Italia exigido a los extranjeros extracomunitarios mayores de edad que desean solicitar la ciudadanía italiana.
La intención detrás de esta propuesta era hacer más veloz la concesión de la ciudadanía a quienes tienen derecho a ella.
Esta cuestión abarca potencialmente a al menos 2,3 millones de personas en Italia. Con el fracaso del referéndum, el requisito de 10 años de residencia legal se mantiene inalterado, según señala Clarin.com
Las medidas laborales que no avanzaron
Además de la ciudadanía, los 51 millones de electores convocados tenían la tarea de decidir sobre cuatro propuestas en el área del trabajo. Estas buscaban, entre otras cosas:
Abrogar normas que niegan, en empresas con más de 15 empleados, que un trabajador despedido ilegítimamente sin derecho a reintegro reciba indemnización.
Reintroducir una mayor tutela económica para trabajadores precarios en contratos inferiores a un año.
Otorgar una mayor tutela a los trabajadores precarios, especialmente en seguridad, ampliando la responsabilidad empresarial por incidentes de trabajo.
Al igual que la ley de ciudadanía, estas medidas quedaron sin alterar al no alcanzarse el quórum necesario.
La estrategia política: fomentar la abstención
La baja participación no fue un hecho casual, sino que, según las fuentes, la actual primera ministra, Giorgia Meloni, “guió la acción para hundir los referendos favoreciendo que la gente no fuera a votar”.
Lo hizo abiertamente: el domingo, Meloni acudió a votar en Roma pero “no retiró las papeletas electorales para hacerlo”, limitándose a saludar a las autoridades de mesa.
Otro ministro también declaró públicamente no haber votado, ejerciendo lo que consideró un “derecho constitucional”. Esta táctica de invitar a no votar ha sido practicada en otras ocasiones en Italia, como cuando el líder socialista Bettino Craxi sugirió “ir al mar” en lugar de participar en referendos.
Los partidarios del “no” a las modificaciones, liderados políticamente por Meloni, celebran el resultado “muy magro” de la participación.
Con la falta de votos, las cinco medidas plebiscitadas permanecen sin cambio