Con la primavera invitando a salir, muchos buscan ese destino que prometa un respiro de la rutina, combinando naturaleza, cultura y buena comida. Si bien no está a la vuelta de la esquina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el viaje hasta Hasenkamp, en la provincia de Entre Ríos, se presenta como una opción encantadora para una escapada de fin de semana, ideal para quienes disfrutan de paisajes tranquilos y sumergirse en tradiciones.
Este pintoresco pueblo, con una marcada herencia alemana, ofrece una experiencia auténtica y relajada, sin necesidad de hacer un viaje muy largo para quienes viven en Buenos Aires.
Hasenkamp se ubica en el departamento Paraná, a unos 80 kilómetros al oeste de la capital provincial, Paraná. Su estratégica posición entre las Rutas Nacionales 12 y 127 lo convierte en un destino accesible desde la capital entrerriana, aunque implica un recorrido más extenso si el punto de partida es directamente Buenos Aires.

¿Qué hacer en este tesoro entrerriano durante la primavera?
Hasenkamp invita a disfrutar de actividades al aire libre y a sumergirse en su rica cultura. Su gastronomía es un deleite aparte: en restaurantes locales se puede saborear auténticas especialidades alemanas como el codillo de cerdo, salchichas artesanales y cervezas de producción propia, una clara herencia de sus colonos.

La Estancia Los Naranjos es otro punto de interés, donde se realizan ferias de artesanos y emprendedores, ideales para descubrir productos típicos de la región, desde artesanías en madera hasta delicias caseras. Recorrer sus tranquilas calles a pie o en bicicleta también es un plan perfecto para conectar con el ambiente del pueblo.
Para llegar hasta este particular enclave desde la ciudad de Paraná se debe tomar la Ruta Nacional 12 en dirección oeste hasta María Grande, y luego continuar por la Ruta Nacional 32, que conecta directamente con Hasenkamp. El trayecto desde Paraná es de aproximadamente 80 kilómetros y puede realizarse en auto particular o en transporte público.