Para quienes buscan una escapada corta, económica y con aire veraniego sin tener que atravesar los cientos de kilómetros hasta el mar, San Pedro emerge como la alternativa más sorprendente de la provincia de Buenos Aires. Ubicado a solo 170 kilómetros de Caba, este destino combina la tranquilidad de un pueblo ribereño con un atractivo inesperado: una playa pública de río que muchos ya describen como “estilo Caribe”.
Este rincón bonaerense se volvió un plan ideal para desconectar en apenas dos horas de viaje. Su playa pública, inaugurada en 2021 sobre el río Paraná, es hoy su mayor imán turístico. Allí, el visitante encuentra arena clara, sombrillas de paja y una panorámica amplia sobre el río, un escenario que podría confundirse con un destino caribeño, pero sin pasajes de avión ni costos elevados.
El acceso es completamente libre y gratuito, y el predio se ubica a unos 20 kilómetros del centro. Familias, parejas y grupos de amigos lo eligen por su ambiente relajado, su amplitud y la posibilidad de pasar el día sin más gasto que el traslado y la comida.
San Pedro y mucho más que una playa: costanera, historia y arte
San Pedro no se agota en su propuesta veraniega. Su costanera es uno de los paseos más pintorescos de la región, con vista al Paraná y decenas de opciones para comer pescado fresco, tomar un café o probar las tradicionales facturas locales.
El casco histórico y la Peatonal del Centenario concentran la vida cultural del pueblo, con calles decoradas, comercios clásicos y edificios emblemáticos como la Casona de 1830, un viaje directo al pasado.
Para quienes disfrutan del arte y la fotografía, la Escalera de Flores es una parada obligatoria: 114 escalones intervenidos con mosaicos de colores que se convirtieron en uno de los spots más populares de la ciudad.
Cómo llegar desde Buenos Aires
El acceso es simple: desde Caba, se toma Autopista Panamericana (Acceso Norte) y luego se continúa por la Ruta Nacional 9 rumbo a San Nicolás. A la altura del kilómetro 170 aparece la salida señalizada hacia San Pedro. Desde allí, los carteles conducen tanto al centro como a la playa pública.
En promedio, el viaje insume dos horas, dependiendo del tráfico.
