La situación económica y el poder adquisitivo de los adultos mayores volvieron al centro del debate en la Ciudad de Buenos Aires. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad presentó una medición renovada, el Sistema de Canastas de Consumo para Personas Adultas Mayores, una herramienta que busca seguir de cerca cuánto cuesta realmente sostener una vida digna para quienes superaron los 60 años.
Según la información actualizada en diciembre de 2025, y basándose en los datos de la Canasta de Consumo para octubre, una pareja de adultos mayores necesitó $ 1.278.026 para cubrir todos sus gastos básicos mensuales. Este cálculo incluye rubros esenciales como alimentación, salud y medicamentos, vivienda y servicios, equipamiento del hogar y esparcimiento.
Pero el panorama se pone mucho más complejo para aquellos que no tienen casa propia y deben afrontar un alquiler. En esos casos, esa misma pareja requirió una suma que se dispara a $ 1.932.067 mensuales. En promedio, la canasta de consumo diario para ese hogar asciende a $ 42.601.
Cuánto necesitan los jubilados que viven solos
La situación es más exigente para quienes viven solos, un grupo que enfrenta un desafío mayor. Una persona mayor de 75 años que reside sin compañía, pero sin pagar alquiler, necesitó $ 704.600 mensuales para mantener su ritmo de vida. Si esa persona debe afrontar el gasto de un alquiler, el monto mensual asciende a $ 1.185.020.
El detalle de la canasta para una pareja evidencia dónde está el mayor gasto. Los servicios vinculados al hogar, luz, gas y expensas, se llevan unos $ 398.889, convirtiéndose en uno de los rubros que más tensionan el presupuesto.
En cuanto a la comida, el gasto en alimentos alcanzó los $ 480.445. El presupuesto de salud fue de $ 144.134, sumado a otros bienes personales por $ 198.891.
Además de la canasta, la Defensoría presentó su Índice de Precios de Medicamentos (IPM). Los datos de octubre mostraron que, en promedio, los medicamentos aumentaron un 1,7%, aunque algunos grupos tuvieron subas superiores, como los psicofármacos (+2,4%) y los cardiovasculares (+1,8%). Este seguimiento es crucial, ya que el gasto en salud representa un porcentaje creciente del ingreso jubilatorio.
