El impuesto a la patente automotor en la Argentina se prepara para una reestructuración profunda que entrará en vigencia a partir de 2026. Tanto la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) como la provincia de Buenos Aires ajustaron sus escalas, definieron nuevos porcentajes y modificaron el calendario de pago.
Sin embargo, los cambios más resonantes provienen de la jurisdicción bonaerense, donde Arba implementará un esquema renovado que busca alivianar la carga fiscal para una gran parte de los propietarios.
Los cambios en el pago de patentes para 2026
La reforma más sustancial se aplicará en el territorio bonaerense. Arba confirmó que, desde 2026, el impuesto dejará de abonarse de manera bimestral o semestral, y pasará a pagarse mensualmente. Esta modificación apunta a distribuir la carga impositiva a lo largo del año.

Pero el cambio que impacta directamente en el bolsillo de los bonaerenses es el ajuste de las alícuotas. El nuevo diseño incluye una baja significativa: la tasa mínima se establecerá en el 1% (antes era del 3,64%) y la máxima en el 4,5% (por debajo del tope previo del 5%).
Las autoridades destacaron que, con estos porcentajes, la Provincia quedará entre los distritos con menor presión fiscal sobre los automotores. Con la nueva tabla de valuaciones, los vehículos de menor valor verán la mayor compensación, registrando una reducción de entre 30% y 60% en su carga anual.
Significa que, los autos de mayor valuación pagarán más, mientras que los patrimonios medios y bajos experimentarán alivios impositivos concretos. En la Ciudad de Buenos Aires también habrá cambios, aunque serán más moderados.
El cálculo de la patente porteña continuará basándose en escalas progresivas, pero se sumará la incorporación de un monto fijo y una tasa aplicada sobre el excedente de la base imponible para aquellos vehículos de mayor valor.
Desde la administración porteña estiman que el 92% de los vehículos radicados quedará dentro de los primeros tres tramos de la escala, con alícuotas que irán del 1,6% al 3,5% de la valuación fiscal. Solo una franja minoritaria abonará porcentajes más elevados.


























