Con las altas temperaturas, el aire acondicionado del auto se transforma en un recurso indispensable para cualquier conductor. Sin embargo, su mal uso y la falta de mantenimiento suelen provocar fallas prematuras que podrían evitarse con medidas simples. La clave no está en usar menos el equipo, sino en usarlo bien. Adoptar ciertos hábitos no solo mejora la eficiencia del sistema, sino que también reduce el consumo de combustible.
Cuáles son los puntos para cuidar el aire del auto
El primer punto crítico aparece apenas se ingresa al vehículo. Cuando el auto estuvo expuesto al sol, muchos activan de inmediato el aire acondicionado, lo que obliga al compresor a trabajar al máximo para contrarrestar el calor acumulado. La recomendación profesional es ventilar el habitáculo durante algunos segundos bajando las ventanillas antes de encender el sistema. Este gesto inicial disminuye la temperatura interna y evita sobrecargar el equipo.
El segundo hábito esencial es usar siempre la función de recirculación. En este modo, el sistema toma el aire ya enfriado del interior en vez de aspirar aire caliente desde afuera. Esto acelera el enfriamiento y reduce la demanda de energía, lo que se traduce en un menor consumo de combustible.
Para optimizar la circulación del aire frío, el tercer consejo consiste en orientar las salidas de ventilación hacia arriba. Esto permite que el aire se distribuya de manera uniforme por el habitáculo y evita el chorro directo al rostro, una exposición que puede generar molestias respiratorias.

El mantenimiento también es determinante. El cuarto punto hace referencia al filtro del habitáculo: si está sucio o saturado, el flujo se reduce y el aire acondicionado debe trabajar más de lo debido. Reemplazarlo con la frecuencia recomendada garantiza un rendimiento adecuado y previene el exceso de consumo.
El último consejo apunta al apagado inteligente. Se sugiere cortar el aire acondicionado unos minutos antes de llegar al destino. Esta práctica permite que el sistema se seque, reduce la humedad interna y evita la formación de olores desagradables. Con estos cinco hábitos, el sistema no solo enfriará mejor, sino que funcionará por muchos más veranos sin inconvenientes.





















