La reciente devaluación del real brasileño presenta una oportunidad más que interesante para los argentinos que buscan vacacionar en el país vecino.
Si bien el impacto no será inmediato en todos los sectores turísticos, expertos prevén beneficios para aquellos que opten por un estilo de viaje más económico y flexible.
Respiro al bolsillo: consumo en Brasil más accesible
Juan Toselli, operador mayorista de servicios turísticos de Córdoba, explicó que la devaluación del real abaratará el consumo diario en Brasil para los argentinos.
“Actividades como ir al supermercado, utilizar el transporte público o comer en restaurantes resultarán más económicas gracias a la mayor cantidad de reales que se obtendrán por cada dólar”, dijo a Mitre 810.
Esta ventaja se traducirá en un mayor poder adquisitivo para los turistas argentinos, permitiéndoles disfrutar más de su viaje sin afectar significativamente su presupuesto.
¿Hoteles y vuelos más baratos? No tan rápido
Si bien la devaluación del real podría eventualmente traducirse en una baja de precios en hoteles y vuelos, Toselli advirtió que esto no sucederá de forma inmediata. La alta demanda, especialmente en temporada alta, mantendrá los precios estables por el momento.
Los viajeros que buscan opciones de alojamiento de lujo o vuelos en fechas concurridas no verán cambios significativos en los precios hasta después del carnaval, según estimó. Sin embargo, la posibilidad de que los precios se ajusten a la baja en el mediano plazo no se descarta.
El “turismo gasolero”: el gran ganador
El sector que se beneficiará más rápidamente de la devaluación del real es el “turismo gasolero”, aquel que viaja en auto, alquila departamentos y se abastece en supermercados.
Este tipo de viajeros, que buscan una experiencia más económica y autónoma, verá una diferencia notable en su presupuesto diario gracias al cambio favorable.
Un llamado a la creatividad: adaptarse a la nueva realidad
Ante este escenario, la clave para aprovechar al máximo la devaluación del real reside en la flexibilidad y la creatividad.
Buscar fechas de viaje fuera de temporada alta, optar por destinos menos concurridos y elegir alojamientos más económicos son algunas estrategias que pueden marcar la diferencia.
