Para poder prevenir, diagnosticar y tratar la anemia durante el embarazo y el postparto es necesario un abordaje integral. Para ello, trabajan en conjunto servicios de Ginecología y Obstetricia con Hematología para acompañar a cada paciente con controles personalizados, estudios de laboratorio y tratamiento oportuno.
¿Qué es la anemia?
La anemia es una afección en la que el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno de manera adecuada.
Durante el embarazo, la necesidad de hierro y otros nutrientes aumenta, y es común que muchas mujeres presenten una disminución en los niveles de hemoglobina.
Aunque puede ser leve, si no se detecta y trata a tiempo, la anemia puede derivar en complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
¿Cuáles son los síntomas de la anemia?
En muchos casos, la anemia en el embarazo puede pasar inadvertida, especialmente en sus primeras etapas.
Sin embargo, es importante prestar atención a síntomas como:
- Cansancio o debilidad constante
- Palidez en la piel
- Mareos o sensación de desmayo
- Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado
- Dificultad para respirar al hacer esfuerzos leves
- Problemas de concentración o somnolencia
Si aparecen estos síntomas, es importante consultar al equipo médico para una evaluación adecuada.
¿Cómo se diagnostica la anemia?
La detección de la anemia forma parte de los controles prenatales habituales realizados por el Servicio de Ginecología y Obstetricia. El screening se realiza, en general, en el primer trimestre del embarazo y se repite en distintos momentos de la gestación para hacer un seguimiento continuo de los valores hematológicos de la paciente.
El estudio principal es un análisis de sangre, que permite evaluar los niveles de hemoglobina y otros parámetros vinculados a la función de los glóbulos rojos.
En algunos casos, se solicitan análisis complementarios para identificar deficiencias específicas, como hierro, vitamina B12 o ácido fólico. Este enfoque permite detectar la anemia de manera temprana, incluso antes de que se manifiesten síntomas, y realizar la derivación al Servicio de Hematología.
De esta forma, se establece un plan de tratamiento adaptado a las necesidades individuales de cada paciente. El trabajo conjunto entre ambas especialidades permite actuar a tiempo, prevenir posibles complicaciones y brindar un acompañamiento integral durante todo el embarazo y el postparto.
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la anemia. En muchos casos, se requiere la intervención del Servicio de Hematología con indicaciones más específicas como la administración de medicación endovenosa.
El seguimiento conjunto de ambos servicios permite adaptar el tratamiento a la evolución clínica de cada persona gestante.
¿Qué complicaciones puede causar la anemia no tratada durante el embarazo?
Cuando la anemia no se detecta o no recibe el tratamiento adecuado, pueden presentarse complicaciones como:
- Trabajo de parto prematuro
- Mayor pérdida de sangre durante el parto
- Bajo peso del bebé al nacer
- Anemia en el recién nacido
- Retrasos en el desarrollo del bebé
Estas posibles consecuencias refuerzan la importancia de un control prenatal completo y de calidad.
¿Cómo prevenir la anemia durante el embarazo?
La prevención de la anemia comienza incluso antes del embarazo y se sostiene a lo largo de toda la gestación. Durante el embarazo, el equipo médico puede indicar suplementos vía oral para cubrir las necesidades nutricionales aumentadas. Es importante seguir estas indicaciones y no automedicarse.
Además, se aconseja evitar el consumo de té o café junto con las comidas, ya que pueden dificultar la absorción del hierro.
La prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de la anemia son claves para un embarazo saludable y sin complicaciones.
Para más información o solicitar una consulta con un equipo médico, podés acudir al Hospital Privado Universitario de Córdoba, institución especializada en este tipo de abordajes.
