El vitel toné es un plato típico que se sirve en la mesa navideña en Argentina. Con las altas temperaturas de diciembre, hay quienes buscan opciones más frescas y livianas, y ahora hay un plato clásico italiano que llega para competirle al vitel.
La nueva estrella de las entradas frías es una combinación elegante, sorprendentemente deliciosa y perfectamente adaptada al verano: la ensalada fría de duraznos, pollo y hojas verdes.
Esta propuesta, que ya comienza a imponerse tanto en redes sociales como en reuniones familiares, es una idea que actualiza la mesa navideña con una impronta muy veraniega. Es simple de preparar, se puede dejar lista en la heladera con antelación y es ideal para quienes quieren innovar sin meterse en complicaciones en la cocina.
Cómo preparar la ensalada veraniega para la mesa de Navidad
El éxito de esta ensalada reside en su equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado. Es un plato ligero y refrescante, con una presentación vistosa que funciona tanto en formato de entrada individual como servida en una fuente para compartir. Esta ensalada combina texturas suaves con un toque frutal, esencial para el clima.
Para replicarla, los ingredientes principales giran alrededor de una base crocante y una proteína tierna. La base es un mix de hojas verdes se sugiere rúcula, espinaca baby o lechuga mantecosa junto a cebolla morada picada bien fina. La proteína central es la pechuga de pollo cocida (hervida o a la plancha) y desmenuzada.
El toque distintivo, sin embargo, lo dan los duraznos, ya sean frescos o en almíbar, que deben estar bien escurridos y cortados en gajos o cubos. Para sumar cuerpo y sofisticación, se recomiendan nueces o almendras tostadas y, opcionalmente, cubos de queso feta o port salut.
La clave final, es lograr una emulsión mezclando aceite de oliva, jugo de limón o lima, mostaza suave y miel. Es fundamental agregar esta mezcla justo antes de servir, para que las hojas verdes mantengan su frescura y el crujido de los frutos secos.
