El sambayón es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda. Con apenas tres ingredientes básicos y unos minutos en la cocina, este postre es una opción perfecta para cerrar una comida con algo dulce y reconfortante. Paulina Cocina propone una versión casera, sencilla y deliciosa que además es fácil y rápida de resolver.
El origen del sambayón se remonta a Italia, en el siglo XVI. Una de las leyendas más difundidas lo vincula con un capitán de navío, Emiliano Giovanni Baglioni, quien solía preparar una mezcla de yemas, vino y azúcar durante sus viajes. Con el paso del tiempo, la receta fue conquistando paladares en Europa hasta llegar a ser la crema espumosa que hoy conocemos.
El encanto del sambayón radica en su textura aireada, conseguida al batir las yemas a baño maría junto con azúcar y vino dulce. El resultado es una crema ligera y fragante que puede servirse sola, con frutas frescas, galletitas crocantes o incluso como base para helados y tortas.

La receta del sambayón casero de Paulina Cocina
La receta clásica requiere seis yemas de huevo, seis cucharadas de azúcar y seis de vino dulce (como el Marsala). El paso clave es batir enérgicamente las yemas con el azúcar y el vino a baño maría, evitando que hierva, hasta que la mezcla adquiera cuerpo y una consistencia cremosa. El proceso dura unos 10 minutos y debe hacerse sin interrupciones para lograr una textura uniforme.
Este postre puede disfrutarse tibio o frío, y admite variantes: sin alcohol, reemplazando el vino por agua o jugo de frutas; o con un giro moderno, añadiendo chocolate derretido para obtener un sambayón más intenso.
Además de servirse solo, el sambayón es versátil. Se puede usar como cobertura para un bizcochuelo húmedo, como relleno de una tarta o incluso en un helado artesanal. Su sabor suave y su aroma característico lo convierten en un comodín de la pastelería.