Si sos de los que necesita empezar el día con mucha energía y buscando algo más nutritivo que la clásica tostada de manteca y mermelada, Luisana Lopilato tiene una recomendación para vos.
Esta combinación simple, que no requiere que seas chef ni que tengas que pasar horas cocinando, lo que la hace aún más atractiva. La base es la palta, que está repleta de grasas saludables, fibra y vitaminas, dándote saciedad por un buen rato. Al sumarle el huevo, conseguís una opción equilibrada y llena de energía.
¿La variante más proteica? Los expertos sugieren la tostada con palta y huevo revuelto, a la que le podés agregar unas hojas de rúcula para darle ese toque gourmet. Hacer esta maravilla te lleva apenas 15 minutos. Seguí estos pasos y verás qué fácil es darle un giro proteico a tus mañanas.
Desayuná como Luisana Lopilato
1. El pan crocante es la base: elegí un buen pan (integral, de masa madre o rústico). Tostá las rebanadas hasta que queden doradas y crujientes. Un tip que te cambia la vida: al sacarlas, untalas con medio diente de ajo partido al medio para darle un sabor y aroma increíbles.
2. La palta, a gusto: en un bol, aplastá la palta madura con un tenedor. Agregale el jugo de limón, sal y pimienta a gusto. La palta también puede ir simplemente en rodajas, si así te gusta más.
3. El huevo, tu elección: cociná los dos huevos (la ración que rinde la receta) según tus ganas: pochados para sofisticar, fritos para la yema líquida, o revueltos para una textura esponjosa. Si te inclinás por el pochado, no te olvides de añadir un chorrito de vinagre al agua para que mantenga bien su forma.
4. ¡A servir y a comer! Untá la mezcla de palta directamente sobre el pan tostado. Colocá el huevo encima de cada tostada y sumale extras frescos, como tomates cherry o queso.
