La polémica por el video fake del gobernador Martín Llaryora trascendió las fronteras de Córdoba: en el Congreso Nacional ya hay presentados dos proyectos de ley para regular, desde diferentes ángulos, el uso de la Inteligencia Artificial en campañas electorales. La carrera proselitista empieza a cobrar un tono peligroso y crece la preocupación por la manipulación de los votantes a través de una herramienta que Argentina demora en legislar.
La audaz apuesta de Rodrigo De Loredo tiene un antecedente fresco con el video en el que un falso Mauricio Macri anunciaba la baja de la candidatura de Silvia Lospennato en la elección porteña y llamaba a votar por su rival, Manuel Adorni. Nadie en el gobierno de Javier Milei se atribuyó ese contenido, pero las acusaciones apuntan a las usinas del asesor presidencial Santiago Caputo. Las mismas sospechas están detrás de la jugada del radical, aunque éste se hizo cargo de la publicación.
Este viernes se sumó un caso insólito en Mendoza. El presidente de la Cámara de Diputados, el “cornejista” Andrés “Peti” Lombardi, hizo un posteo en X para pedir que se regule la IA. Pero lo hizo acompañado de una serie de videos trucados donde legisladores de la oposición mendocina aparecen diciendo lo contrario a sus creencias. Al difundir lo mismo que intenta erradicar, Lombardi entró en una absurda contradicción que podría esconder una intencionalidad política.
En los videos fake, Germán Gómez (PJ) afirma que Alfredo Cornejo es “el mejor gobernador que ha visto nacer la provincia”; Jorge Difonso (Unión Mendocina) alienta a avanzar con la minería, cuando en realidad se opone a la actividad; y Emanuel Fugazzotto (Partido Verde) dice que “cree en el proyecto liberal de Javier Milei”. También aparece Enrique Thomas, del PRO “bullrichista”, asegurando que “la gestión de Cornejo empobrece a la provincia”.
El modus operandi se expande y la polémica ya disparó en el Congreso dos proyectos de ley para regular la utilización electoral de la IA. Uno pertenece al exvicepresidente Julio Cobos, quien paradójicamente integra el bloque UCR que preside De Loredo. El otro es del cordobés Oscar Agost Carreño (Encuentro Federal) y forma parte de una iniciativa más amplia que también abarca, por ejemplo, la difusión de pornografía sintética basada en la imagen de alguien sin su consentimiento.
“Luego de que redes libertarias influyeron en las elecciones porteñas con videos fakes de Macri bajando la candidatura de Lospennato, empecé a trabajar este proyecto. Los políticos no debemos difundir o participar de este tipo de engaños, ya que ello atenta contra la democracia. No estuvo bueno que De Loredo hiciera decir al gobernador lo que no dijo, ni que se haya hecho cantar a La Mona una canción que no cantó, sencillamente porque en la era de la posverdad, muchos creen que esos videos son reales y votan en consecuencia”, señaló Agost Carreño a La Voz.
En la misma línea, Cobos afirmó a este medio: “Así como rechazamos el uso de la Inteligencia Artificial en perjuicio del PRO, también resulta inoportuna la utilización hacia el gobernador de Córdoba, en cualquier contexto o intención que se haya querido tener. Cualquier uso de la IA para desvirtuar, descalificar o confundir es reprochable, sea de quien sea y venga de quien venga”.
Los dos proyectos proponen modificar el Código Nacional Electoral, pero desde ópticas diferentes: mientras que el de Cobos busca eliminar el contenido falso de las redes para proteger al votante de la desinformación, el de Agost Carreño directamente apunta a inhabilitar a los candidatos que manipulen al electorado para los comicios de ese año.
Según la propuesta de Cobos, las plataformas digitales deberán desarrollar e implementar procedimientos técnicos para detectar y eliminar aquellos contenidos que sean “materialmente engañosos” y que se difundan durante la campaña. Incluye no solo a candidatos, sino también a autoridades electorales que aparezcan diciendo algo falso que pueda afectar el normal desarrollo de los comicios.
Los usuarios podrán reportar estos contenidos y, desde ese momento, las plataformas tendrán que erradicarlos en un plazo no mayor a 48 horas. Hasta que eso ocurra, se los deberá rotular con la leyenda: “Este [imagen/audio/video] ha sido manipulado y no es auténtico”. El etiquetado deberá ser visible y permitir al usuario acceder a más información explicativa con un click.

En cambio, el proyecto de Agost Carreño establece que no podrán ser candidatos quienes sean “autor, coautor, instigador, partícipe necesario o cómplice en la creación, generación, edición o manipulación de contenido audiovisual, sonoro o gráfico con herramientas de Inteligencia Artificial o técnicas de síntesis digital destinado a simular expresiones o actos de terceros con el fin de confundir, inducir a error o manipular al electorado”.
También se inhabilita a quien “participe en la producción, promoción, difusión, reproducción, financiamiento o viralización de este tipo de contenidos, con conocimiento de su carácter artificial falso”; y a quien “oculte, impida o retarde de forma intencional la identificación de la naturaleza sintética o generada por IA de tales contenidos durante una campaña electoral”.
En el Congreso, La Libertad Avanza está lejos de querer abrir este debate y la oposición está abocada a focos de conflictos sociales (jubilaciones, universidades y hospital Garrahan figuran al tope de la agenda), pero tanto Agost Carreño como Cobos advierten que, a raíz de las últimas polémicas, es urgente regular la Inteligencia Artificial antes de que sea demasiado tarde.