Los distintos movimientos sociales y partidos de izquierda decidieron darle continuidad al plan de lucha que iniciaron para exigirle al gobierno nacional acciones urgentes para resguardar a los sectores más vulnerables frente a la aguda crisis económica, mientras que la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó que se movilizará el próximo 17 de agosto hacia el Congreso de la Nación contra la inflación.
El malhumor social se plasmó el jueves con las protestas que se realizaron tanto sobre la avenida 9 de Julio como en las inmediaciones del Congreso y en la Plaza de Mayo. Coincidieron las medidas de fuerza de la Unión de Trabajadores de Economías Populares (UTEP), que integra el Movimiento de Trabajadores Excluidos liderado por el oficialista Juan Grabois, y la marcha del bloque denominado Unidad Piquetera (UP), que agrupa al Polo Obrero (PO) y al Bloque Piquetero Nacional, entre otros.
Grabois y los referentes de UP, como el titular del PO Eduardo Belliboni, aprovecharon la ocasión para volver a mostrarse juntos y ratificar sus coincidencias. “El diagnóstico común es que la situación social es crítica, pero después tenemos diferencias políticas en torno a la solución: mientras Grabois reclama un salario universal de unos 14.400 pesos, nosotros queremos que se pague un bono de 20.000 pesos para compensar el golpe de la inflación y que el gobierno nacional tome medidas urgentes para acelerar la creación de puestos de trabajo genuinos y establecer la universalización de los programas sociales”, dijeron en el PO ante la consulta de este medio.
En el acto que realizaron en Plaza de Mayo, los militantes que integran la UP acordaron darle continuidad a las medidas de fuerza para promover sus reclamos y este viernes tienen previsto volver a verse con Grabois para analizar la posibilidad de definir acciones conjuntas o por lo menos coordinadas.
El Gobierno nacional pateó el pedido de Belliboni y sus pares para reunirse con la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis. “Dijeron que la semana que viene nos recibiría alguien de la secretaría de relaciones institucionales, como si esto fuera un problema menor”, se quejó el referente del PO.
Seguido, Belliboni alertó: “Acá hay una crisis social muy grande y hay que pujar por un reclamo salarial común y un bono de emergencia para que los trabajadores que la están pasando muy mal tengan un paliativo”.
Grabois se sumó por la tarde a la concentración que los militantes de UP realizaron alrededor de la Casa Rosada. Allí, en declaraciones a C5N, renovó sus críticas contra la administración del presidente Alberto Fernández.
“Lo que hay es una gran decepción por la falta de anuncios sociales de Batakis, por un discurso que parece calcado al recetario neoliberal. Nos preocupa mucho no escuchar una voz clara del Ejecutivo diciendo que va a haber medidas sociales para paliar la situación de hambre que ha generado el proceso inflacionario”, remarcó el integrante del Frente de Todos, que molesto con el rumbo de las políticas amenazó recientemente con abandonar la coalición oficialista.
La CGT confirmó su marcha al Congreso
Los gremialistas que conforman la mesa chica de la CGT ratificaron ayer que también se movilizarán para exponer la creciente crispación social, pero evitaron sumarle presión al gobierno de Fernández: la protesta se prepara recién para el 17 de agosto y sería en las inmediaciones del Congreso.
“La movilización va a ser presentada al Consejo Directivo, la idea de esto es ir del Obelisco al monumento al Congreso”, precisó Héctor Daer, el cosecretario de la central obrera, al término del encuentro que mantuvo con sus pares en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN).
En declaraciones a la prensa que reprodujo C5N, Daer alertó que “la realidad que tenemos los trabajadores, los jubilados, los compañeros que están en la informalidad amerita que todos pongan lo que hay que poner para encontrar una salida y que esta salida sea lo antes posible”.
Al respecto, pidió que la dirigencia tenga la “responsabilidad suficiente para encontrar el camino de salida y que esto no se siga profundizando” pero aclaró que se debe “tener cuidado” y explicó: “Nosotros queremos una salida que priorice a la Patria y a quienes estamos dentro porque acá hay quienes están planteándose que hay una salida que tiene que ser de shock o una salida a partir de una crisis”.
La cumbre sindical del jueves expuso además un conflicto interno en aumento. Es que el gran ausente fue el representante camionero y también cosecretario de la CGT Pablo Moyano, quien se quejó porque no lo incluyeron en las deliberaciones previas para definir la marcha y cuestionó esa medida de fuerza porque “no tendrá oradores”.
“Tomó a todos por sorpresa y puede ser un factor de crisis dentro de la CGT”, indicaron fuentes del sector gremial consultadas por este medio.
