Javier Milei se pegó un martillazo en el dedo. El clavo al cajón del kirchnerismo que el jefe del Estado imaginaba para esta etapa deberá esperar. El peronismo en la provincia de Buenos Aires demostró con creces que está vivo. Que la figura de bastión y corazón del PJ no es un resabio vacío del pasado. Todo lo contrario a la retórica del oficialismo nacional. El “kirchnerismo nunca más” fue un fiasco en las urnas.
Milei y su hermana Karina tendrán en octubre otra oportunidad para esa faena que desean, pero que luego de la contundencia de la derrota que cosecharon este domingo en territorio bonaerense parece difícil que concreten en el corto plazo.
La Libertad Avanza venía de resultados electorales previos entre malos y moderados, con picos en torno del 30% de los votos. Tuvo su punto máximo el 18 de mayo en Caba, con la victoria legislativa de Manuel Adorni sobre el PRO, que significó un quiebre en la estrategia libertaria.
Esa noche, el ala karinista –con los primos “Lule” y Martín Menem de lugartenientes– creyó que las fuerzas del más allá que invocan eran reales. Y decidió aplicar el método de sumisión y aniquilación para todo lo que no se sometiera 100% al mileísmo. Este domingo hubo una primera constatación en la práctica de que ese método falló por completo.
La agitación del fantasma de la vuelta del kirchnerismo tampoco resultó una estrategia adecuada. El “riesgo kuka” no asustó a la mayoría, que se volcó masivamente a la propuesta de Axel Kicillof, el gran ganador de los comicios. Al menos en el territorio donde votan 4 de cada 10 argentinos, el problema mayor está en la Casa Rosada y no en la gobernación de La Plata. Hay un riesgo Milei que empieza a tomar cuerpo.
La contundencia del resultado adverso del mileísmo abre interrogantes profundos aún sin respuestas. ¿Tendrá el Presidente la capacidad de leer este llamado de atención y aplicar, como prometió en el discurso en que reconoció la derrota, cambios políticos que detengan el deterioro evidente de su Gobierno? ¿Qué hará con su hermana Karina, blanco de las principales sospechas de corrupción de un gobierno presuntamente anticasta?
Octubre queda lejos.