Este jueves se reúne el Consejo Directivo de la CGT, donde se definirá la fecha y la modalidad de una nueva jornada nacional de protesta contra las políticas del gobierno del presidente Javier Milei. Como previa, la conducción cegetista mantuvo este miércoles dos reuniones en las que se discutió, entre otros temas, la reforma laboral que impulsa el oficialismo. Al mediodía, la CGT recibió a los senadores nacionales peronistas y por la tarde acudió a una cumbre en Casa Rosada. En los dos lugares, la CGT expresó su rechazo a cualquier intento de reversión de Ganancias, mientras el gobierno reiteró que no homologará arreglos paritarios por encima de la inflación.
El silencio de la CGT y el comunicado de ocasión difundido por el gobierno después de más de tres horas de reunión reflejó la distancia que los separa. Según confió una fuente sindical a este medio, terminada la cumbre, la delegación de la CGT volvió a la sede de la calle Azopardo para “evaluar lo conversado”.
“Mantuvimos un encuentro con los secretarios generales de la CGT y dirigentes de múltiples entidades gremiales. En línea con las reuniones mantenidas con legisladores, gobernadores y dirigentes, seguimos dialogando con todos los sectores y trabajando para la construcción de consensos que nos permitan llevar adelante las reformas que necesita la Argentina”, dijo el ministro del Interior, Guillermo Francos, en un comunicado.
“Los dirigentes gremiales presentes se interiorizaron sobre el proyecto de Ley Bases y la eventual propuesta de reforma laboral. A su vez, dialogaron sobre la homologación de convenios y las futuras negociaciones paritarias. Se trata de medidas que buscan impulsar la simplificación del régimen laboral, la regularización del empleo y la generación de puestos de trabajo de calidad en Argentina”, se agregó en fuentes gubernamentales.
Igual que la reunión de la semana pasada con los gobernadores de Juntos por el Cambio, al ministro Francos lo acompañó el jefe de gabinete, Nicolás Posse. Esta vez se sumó el secretario de Trabajo, Julio Cordero.
La delegación cegetistas estuvo encabezada por dos de los tres secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña. La ausencia del tercero, Pablo Moyano, ratificó el enfrentamiento entre la Casa Rosada y el sindicato de camioneros. Moyano ya avisó que irán al paro si el gobierno no homologa la paritaria de camioneros con el sector empresario, que implica un aumento del 45 por ciento. Sin embargo, a la mesa se sentó Hugo Moyano (por la Federación Camionera), además de los también integrantes del Consejo Directivo Andrés Rodríguez (UPCN); Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), entre otros.
La homologación de la paritaria camionera asomo como uno de los puntos más conflictivo entre el gobierno y los sindicatos.
El gobierno nacional tiene en la CGT uno de los opositores más tenaces a sus políticas. La central obrera consiguió que la justicia suspendiera el capítulo laboral del DNU70. Y el 24 de enero organizó y encabezó una multitudinaria marcha al Congreso. Ese día se declaró un paro de actividades por 12 horas.
La reunión en la Casa Rosada ofició de previa de la cita que tiene este jueves el Consejo Directivo de la CGT: en la oportunidad se definirá la modalidad y la fecha de otra jornada nacional de protesta. Trascedió que el 9 de mayo como fecha para un paro nacional, mientras que se ratificará una movilización para el 1 de Mayo. El 23 de abril se acompañará la marcha que impulsan todos los sectores universitarios.
El gobierno nacional buscó acercar posiciones con la CGT respecto a la reforma laboral que pondrá en juego en el Congreso. A los fines de abrir el marco de alianzas, el oficialismo delegó el proyecto de reforma laboral a diputados radicales.
Con los senadores peronistas
Antes del mediodía, la CGT recibió en su sede de la calle Azopardo al interbloque de senadores de Unión por la Patria. La central obrera le pidió a los senadores que rechacen las iniciativas del oficialismo que afecten derechos laborales.
Encabezados por José Mayans, los senadores peronistas le dieron su respaldo al reclamo cegetista por la homologación de los acuerdos paritarios que superen la inflación, que el gobierno del presidente Milei ha dicho que no firmará.
En la reunión se calificaron de “antipopulares” a las políticas del gobierno libertario.
Héctor Daer, acompañado por el Consejo Directivo les reconoció a los senadores el “rol importantísimo” que en el rechazo del DNU70. Dijo que “ese paso fue y sigue siendo fundamental, más allá de la suerte que pueda tener el DNU en la Cámara de Diputados”.
Daer instó a la CGT y a los legisladores opositores a “construir un escenario” en el que puedan frenarse proyectos que van “contra los derechos laborales y sindicales”, sino también iniciativas que afectan “al patrimonio del Estado”, como las privatizaciones de empresas públicas, tal como figura en la nueva versión de la Ley Bases que el gobierno quiere aprobar antes de fin de mes.
“Que estemos juntos es fundamental”, le dijo Daer a los senadores peronistas.
“Como bloque, nosotros no vamos a tratar ningún proyecto que vaya en contra de los trabajadores, como es el proyecto de Impuesto a las Ganancias”, se comprometió Mayans.
La CGT y los senadores coincidieron en la preocupación “por las políticas públicas del gobierno nacional que afectan a los trabajadores”.
“Es obligación nuestra, como representantes de las provincias, y de ustedes, como representantes de los trabajadores (por los sindicalistas), luchar con convicción por el país, la patria y el mundo que queremos, con nuestras banderas que son: independencia económica, soberanía política, justicia social y la integración latinoamericana”, dijo Mayans al terminar la reunión. “El plan del gobierno es aplastar el salario del trabajador”, agregó.
Además del legislador por Formosa, casi treinta senadores se acercaron a la CGT, entre ellos los kirchneristas Eduardo “Wado” de Pedro, Anabel Fernández Sagasti, Oscar Parrilli y la presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Juliana di Tullio, además de Juan Manzur, Silvia Sapag y Alicia Kirchner.
