El gobierno de Javier Milei oficializó este viernes lo que ya era evidente desde que logró un dictamen con una mayoría de apoyos en disidencia: no contaba con los votos para la aprobación del paquete fiscal que había incluido en la “ley ómnibus” y por esa razón quitó del proyecto las medidas que apuntaban a una mayor recaudación de impuestos y a introducir cambios previsionales.
El ministro de Economía, Luis Caputo, fue el encargado de hacer el anuncio: se saca del proyecto el capítulo fiscal para facilitar su aprobación. No obstante, el funcionario ratificó que se mantiene la decisión de alcanzar el déficit cero mediante medidas de ajuste complementarias que “aún se están evaluando”.
Los capítulos que se retiran incluyen los que prevén subas de retenciones y los que establecen cambios en la fórmula de la movilidad jubilatoria, dos de los puntos que más resistencia cosechaban entre los legisladores y los gobernadores. “Esto va a acelerar los tiempos” para la aprobación del proyecto, explicó el ministro de Economía.
También se quitan los capítulos que contienen el blanqueo fiscal, la moratoria impositiva, el adelanto de Bienes Personales y la restitución Ganancias para cerca de 800 mil asalariados, que se proyectaba como “Impuesto a los Ingresos”.
El ministro ofreció una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno en la que comunicó la decisión del Gobierno nacional respecto de la Ley Bases. “Encontramos un claro consenso en la parte más importante de la ley que tienen que sentar la base para el crecimiento económico y hay disenso en el capítulo económico”, indicó.
“Estamos garantizando el cumplimiento del déficit cero y allanando el camino para la aprobación de la Ley”, indicó Caputo, que no explicó en ningún momento de qué manera se achicará el gasto o se incrementarán los ingresos.
Sobre las medidas que se tomarán para compensar los recursos que resignará el Poder Ejecutivo, el ministro señaló que “aún están en estudio”, pero adelantó que impactarán en la política, en el Estado nacional y también en las provincias. “El ajuste va a ser para todos”, enfatizó el ministro 24 horas después de que Milei echara al ministro Guillermo Ferraro por haber contado que el presidente amenazó con “dejar sin un peso” a los gobernadores.
Caputo -que confirmó que Infraestructura pasará a depender de Economía- sostuvo: “Los escuchamos a todos y compartimos los reclamos porque tomamos medidas incómodas que no nos gustan, pero las tomamos en pos del objetivo de llegar al déficit cero”.
El jefe del Palacio de Hacienda señaló: “Lo que no queremos es que por el capítulo fiscal se demore algo necesario y urgente como el resto de los 500 artículos que nos van llevarnos al desarrollo”. Se refería a
“Consideramos que de esta manera se puede facilitar y acelerar la aprobación ante una mejor situación para legisladores y gobernadores”, sostuvo el ministro.
Caputo afirmó que “la parte importante de la ley es la estructural que es quitar al Estado de la actividad privada, lo que nos va llevar al cambio y al crecimiento”. Se refería a la continuidad de los amplios capítulos que apuntan a la desregulación total de la economía, la transformación en sociedades anónimas de todas las empresas del Estado -a excepción de YPF- para su posterior privatización y numerosos cambios en funciones del Estado.
“En mejores condiciones”
El ministro subrayó: “Hoy estamos en mejores condiciones que hace un mes, cuando mandamos la ley”. Consideró que dada esa mejoría, el Gobierno puede tomar medidas compensatorias.
“La inflación se desaceleró en las últimas dos semanas, solucionamos la deuda con importadores y el Banco Central compró U$S 5.000 millones de dólares que incrementaron las reservas”, resumió.
El jefe del bloque de diputados radicales, el cordobés Rodrigo De Loredo, celebró de manera instantánea la decisión: “Es una decisión acertada del ministro Luis Caputo separar el tema que requiere una instancia más de discusión. Todos coincidimos con la necesidad de equilibrio fiscal, pero los medios para alcanzarlos tienen que ser equitativos y razonables”.
No obstante, las interpretaciones políticas fueron unánimes respecto de la costosa derrota política que La Libertad Avanza cosechó con su apuesta refundacional a través de una sola ley.
Milei no logró construir consensos ni sumar respaldos sólidos y optó por dar marcha atrás en casi un tercio del proyecto luego de reiterar que no estaba dispuesto a negociar nada.
El ministro intentó minimizar los capítulos dados de baja. “Siendo el capítulo fiscal algo que nosotros con trabajo y con diálogo con los legisladores lo podemos solucionar es que decimos que vamos a ir por la parte importante para ver qué podemos hacer por los argentinos en el plano fiscal, sin dejar de lado que no podemos gastar más de lo que se recauda”, remarcó el ministro.
Y tras ello aseguró: “Lo que nos va a hacer despegar es todo este paquete de leyes de desregulación cuando le sacamos el pie de la cabeza del estado al sector privado. Es lo que nos va a permitir un crecimiento sostenido y a largo plazo”.
Lo real es que casi todo lo medular para lograr el equilibrio fiscal que el Gobierno pone como principal objetivo fue dejado de lado por la falta de acompañamiento político.
Desconfianza en el PJ
El sorpresivo anuncio de Caputo fue leído con desconfianza desde Unión por la Patria y la izquierda. Leandro Santoro, Malena Galmarini, Germán Martínez y Nicolás del Caño fueron algunos de los que se manifestaron en contra de los cambios introducidos en el proyecto de ley Bases. La lectura mayoritaria apunta a que el Gobierno intentará ejecutar varias de las medidas por la vía de la delegación de facultades legislativas.
En cambio, Ignacio Torres, gobernador de Chubut, quien había criticado en durísimos términos el ajuste, se manifestó a favor del anuncio oficial. “Celebro la decisión de Caputo. Estamos a disposición para un diálogo franco con el Poder Ejecutivo Nacional y llegar a acuerdos que reflejen sensatez y que construyan a largo plazo”, sostuvo Torres, que fue el primer mandatario provincial dialoguista en reaccionar.
En el Gobierno de Córdoba no hubo evaluaciones. El gobernador Martín Llaryora mantendrá este sábado reuniones con otros gobernadores y con legisladores.
No obstante, en Córdoba la lectura mayoritaria entre los diputados fue de satisfacción. De 18 diputados, apenas tres respaldaban en su totalidad la “ley ómnibus”. Los dos miembros de Unión por la Patria rechazan de plano la ley y 13 diputados que se oponían a puntos que mayoritariamente fueron retirados del proyecto. Todo indica que esos legisladores ahora avalarán la ley.
Caputo dejó en claro que los cambios obedecen a la resistencia de los gobernadores y remarcó que en adelante podría aumentar la presión del ajuste sobre las provincias.
“Implica un mayor ajuste para todos. Los argentinos hoy ya están haciendo esos ajustes y habrá un mayor ajuste para la política, para la Nación y para las provincias”, dijo el ministro, que no dijo por qué vías restará recursos a las provincias.
“La profundización del ajuste va a ser con todos. Naturalmente, si tenés menos ingresos, para llegar al equilibrio podés o aumentar ingresos o reducir el gasto”, indicó el funcionario.
El anuncio del Gobierno tras la conferencia
Tras la conferencia de Luis Caputo, la cuenta de la Oficina del Presidente, encargada de dar a conocer los anuncios oficiales, emitió un comunicado de prensa reiterando la postura de eliminar el capítulo fiscal de la “ley ómnibus”.
En ese marco, destacaron “el consenso alcanzado” en cuanto a las “reformas estructurales que el país necesita”. “Debido a que el capítulo fiscal estaba demorando el tratamiento legislativo, se definió retirarlo para que la Ley avance sin problemas”, agregaron.
“Habrá que avanzar con el ajuste sobre la política, tal como se están ajustando los argentinos debido a que el compromiso del Gobierno con el déficit cero es inquebrantable”, añadieron.
Por último, el Gobierno estimó que ya “no existen razones para demorar la aprobación de la Ley” y que el capítulo fiscal “se podrá discutir más adelante”.
