Luego de una semana en la cual la negociación política del gobernador Juan Schiaretti con dirigentes de Juntos por el Cambio acaparó protagonismo en el escenario nacional, y también en el de Córdoba, el candidato a gobernador oficialista Martín Llaryora buscará que el último tramo de la campaña se concentre en sus propuestas y las gestiones locales.
En el búnker llaryorista tampoco pasó inadvertido el protagonismo que tuvo el candidato opositor Luis Juez, en el debate de la fallida alianza nacional.
El candidato a gobernador de Juntos por el Cambio tuvo más presencia mediática en Córdoba en la última semana que en varios meses previos.
Esta situación generó distintas lecturas en el oficialismo. El propio Llaryora no duda –en privado– en asegurar que la movida liderada por Horacio Rodríguez Larreta de sumar a Schiaretti al espacio nacional estuvo potenciado por el escenario local.
“Larreta es el principal soporte de Juez. Si decidió dialogar con Juan (Schiaretti) para sumarlo a la alianza nacional es porque está convencido que en Córdoba la elección está terminada. Cree que ganamos nosotros”, se encargó de difundir el candidato oficialista, en una lectura optimista para sus intereses electorales.
La opinión del candidato es la más potente. Aunque en su entorno, algunos llaryoristas son más moderados en el análisis. Admiten que hubieran preferido que este debate a nivel nacional no acaparara la discusión política en Córdoba.
Una lectura de cajón en tiempos de campaña. Quien cree que va adelante en las encuestas prefieren evitar los imprevistos, los denominados “cisnes negros”.
Más allá de las interpretaciones que se hacen en el oficialismo por los últimos días agitados que tuvo como protagonista al gobernador, Llaryora aprovechó su estado de licencia en el Palacio 6 de Julio y recorrió en los últimos días varias localidades del sur provincial.
En la próxima semana, el plan de actividades que diagramó el comando que conduce el vicegobernador Manuel Calvo indica que el candidato a gobernador se concentrará en tres departamentos, en los cuales Llaryora estaría bien posicionado en las encuestas –según los números del oficialismo– pero donde el PJ tiene ruidos internos: Colón, Calamuchita y Punilla.
Festejo en el interior
Esta noche, Llaryora estará en Villa General Belgrano, donde el intendente peronista Oscar Santarelli es favorito para conseguir su reelección.
El domingo pasado, el oficialismo sufrió un duro traspié en Calamuchita, cuando perdió las elecciones municipales de Santa Rosa, gobernada por Claudio Chavero, candidato a legislador departamental por Hacemos Unidos por Córdoba.
Además de las recorridas por el interior, el oficialismo tiene una serie de propuestas que se difundirán en nuevos spots de campaña que tendrán como protagonistas a Llaryora, a Schiaretti y a Daniel Passerini, el candidato a intendente de Córdoba.
La Capital es un territorio que Llaryora piensa “cuidar”, dicen desde su entorno. Lo de cuidar tiene que ver con lo que difunden los llaryoristas en el sentido que el candidato oficialista le estaría sacando una amplia ventaja a Juez en el territorio que gobierna y donde vota el 37% del padrón electoral provincial.
Además, en la ciudad de Córdoba habrá elecciones municipales el 23 de julio, y Llaryora se juega una parada importante, principal impulsor de la candidatura de Passerini.
El otro dato que manejan en el búnker oficialista es que el candidato opositor concentrará su campaña en la Capital, en el último tramo de la campaña.
También atento a la campaña en la vereda de enfrente, en los próximos días, Llaryora comenzará a difundir sus propuestas en materia de seguridad, uno de los ejes de críticas del candidato opositor.
Para el combate contra la inseguridad, el candidato oficialista ya adelantó la creación de las policías municipales, sobre todo en Capital, y el impulso de cambios en normas nacionales para que haya una mayor coordinación entre las fuerzas de seguridad de Córdoba y las nacionales, entre ellas, el Ejército, hoy impedido por ley para trabajar en el combate contra el delito.
El plan nacional del gobernador
Caída la posibilidad de integrar un “frente de frentes” con referentes de Juntos por el Cambio, el gobernador Juan Schiaretti se concentrará ahora en el armado de su propio espacio nacional, ya como precandidato presidencial único.
El próximo miércoles vence el plazo para la presentación de las alianzas y Schiaretti inscribirá la suya, que se denominaría Hacemos un País Federal, que tendrá el respaldo legal de dos partidos nacionales: la Democracia Cristiana y el Partido Autonomista Nacional (PAN).
Más allá de que Horacio Rodríguez Larreta no haya descartado un acuerdo con Schiaretti, para después de las elecciones en Córdoba (25 de junio), desde el schiarettismo descartan de plano esta posibilidad.
“‘El Gringo’ no se sumará a Juntos por el Cambio. Una gran alianza opositora, sumando a otros sectores, era otra cosa”, dijo un dirigente cercano al gobernador.
Además de la cuestión política, hay otra numérica que alimenta la posibilidad de sumarse a Juntos por el Cambio. Según los números que manejan en el schiarettismo, con el gobernador como candidato presidencial en la primera vuelta electoral de octubre, el PJ provincial podría sacar entre dos y tres diputados nacionales. Otro espacio no le podría ofrecer esos lugares.
