Con el paso al costado de Mauricio Macri de la pelea por las candidaturas en la oposición, y la automarginación de Cristina Kirchner, de diciembre del año pasado, el gobernador Juan Schiaretti cree ver una oportunidad para su proyección nacional, sin los dirigentes que hegemonizaron la grieta política, en los últimos 12 años.
Todavía sin el respaldo de grande sectores políticos a nivel nacional, Schiaretti no está oficialmente lanzado como candidato presidencial, pero se mueve como tal.
En reuniones que viene sosteniendo semanalmente en Capital Federal con dirigentes políticos, empresarios y sindicalistas, el mandatario ratifica que su nombre estará en una boleta –en un espacio aún sin sello– en el cuarto oscuro de las Paso presidenciales del 13 de agosto.
Como lo hizo José Manuel de la Sota en su momento, Schiaretti mantiene un buen trato con la Democracia Cristiana, que podría ser el partido político que le brinde la cobertura legal para la alianza que conformará Scharetti.
Impacto
La declinación de Macri de competir en las próximas elecciones generó un fuerte impacto en Juntos por el Cambio, pero también en el resto del tablero político nacional.
El fundador del PRO oficializó lo que Cristina Kirchner ya había hecho, el 6 de diciembre pasado, cuando luego de escuchar la condena en primera instancia a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, en la causa Vialidad, dijo que no sería candidata en este turno electoral.
“Voy a hacer lo mismo que hice el 10 de diciembre del 2015, me voy a ir a mi casa. No voy a someter a la fuerza política que me dio el honor de ser dos veces Presidenta y una Vicepresidenta a que la maltraten en período electoral con una “candidata condenada, con inhabilitación perpetua”. No seré candidata a nada, ni a presidenta ni a senadora, a nada”, exclamó entonces la vicepresidenta.
Durante el verano, luego de que Cristina Kirchner aclarara que no será candidata porque está “proscripta por la Justicia”, el cristinismo duro comenzó un “operativo clamor” para que cambie de opinión, por ahora, con resultado incierto.
Hasta Máximo Kirchner ha dicho de manera pública que no cree que su madre cambie de opinión. “Cuando dice no, es no”, dijo el diputado en la última cumbre del PJ nacional.
Macri, la llave para acercar a Manes
El diputado nacional Carlos Gutiérrez, el operador político de mayor confianza a nivel nacional de Schiaretti, no se sorprendió con el paso al costado de Macri.
“Desde hace años, Schiaretti viene sosteniendo que para salir de la crisis, primero el país debe superar la grieta política. Siempre creímos que Macri y Cristina no iban a ser candidatos. Es lo que está sucediendo”, afirmó el diputado schiarettista.
Para los schiarettistas, la decisión de Macri de no competir en las próximas elecciones puede tener un impacto en un sector que no muchos tienen en cuenta: el radicalismo.
“Los radicales, ¿van a volver a quedar como furgón de cola del PRO?”, se preguntan en el entorno del gobernador de Córdoba, que sigue muy atento los movimientos del radical Facundo Manes, por ahora, precandidato presidencial por su partido, dentro de Juntos por el Cambio.
El propio Manes admitió en una entrevista a La Voz que tienen “muchas coincidencias” con Schiaretti.
Dicen que el gobernador habla casi todas las semanas con el diputado radical, quien hasta ahora ha dicho que no dejará el espacio de Juntos por el Cambio.
Schiaretti y el grupo de dirigentes más cercanos, que en Buenos Aires integran Florencio Randazzo, Diego Bossio y Graciela Camaño, entre otros, consideran que más temprano que tarde, Manes abandonará la alianza Juntos por el Cambio, que seguramente quedará atravesada por la fuerte pelea interna entre dos precandidatos del PRO: Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
¿Cuál es la propuesta que Schiaretti le hizo a Manes? Construir un nuevo espacio, por fuera de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, con radicales y peronistas “moderados” y socialistas para competir contra las dos principales alianzas y la nueva alternativa “antipolítica”, según la califican los schiarettistas, del libertario Javier Milei.
El gobernador de Córdoba no habla de fórmulas. La estrategia es que él; el salteño Juan Manuel Urtubey, Manes y algún otro gobernador o dirigente peronista compitan en las Paso.
“Con el Peronismo Federal erramos en la estrategia. Intentamos buscar liderazgos y fórmulas, cuando la gente debe decidir con su voto el protagonismo de cada dirigente. Cuanto más candidatos tengamos, mayor será la musculatura política de este nuevo espacio”, graficó Urtubey.
“Aclaro que no me interesa ser candidato. Hace varios años que hago política sin ocupar ningún cargo. Pero lo que hablamos con ‘el Gringo’ es que si es necesario que sea precandidato para darle mayor fortaleza al espacio, lo haré”, agregó el exgobernador salteño.
Cerca de Schiaretti admiten que la idea es que tampoco haya cinco candidatos que vayan a las Paso, pero que no le cierran la puerta a nadie que aspire a competir por la candidatura presidencial.
Mirando al PJ
Los schiarettistas esperan que algún gobernador peronista se sume al espacio, luego de las varias elecciones provinciales que se concretarán entre abril y mayo.
Hay diálogo con Sergio Uñac, pero el gobernador sanjuanino está concentrado en buscar su reelección, en una disputa por ley de lemas en la cual enfrentará a su exjefe político, el exgobernador José Luis Gioja, enrolado en el cristinismo.
Schiaretti siempre mantuvo contactos con sus colegas Omar Perotti (Santa Fe) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), con quienes se reunió este martes en el Centro Cívico, en una cumbre de la Región Centro.
“Salvo los kirchneristas, todos los peronistas tienen lugar en este espacio”, es la prédica de Schiaretti en las reuniones privadas que mantiene en Capital Federal, al menos una vez por semana.
Para los schiarettistas, el único poder que le queda a Cristina Kirchner es en la provincia de Buenos Aires, que no es menor. Desde ese distrito que aglutina al 37% del padrón electoral tendrá mucha influencia en la estrategia electoral del PJ nacional.
Schiaretti ha dicho en varias oportunidades que “el kirchnerismo tiene preso al peronismo”. El gobernador y precandidato presidencial considera que “el fracaso” de la gestión del Frente de Todos puede influir para que varios gobernadores peronistas decidan tomar distancia de los K.
Es la otra apuesta del mandatario cordobés, además de seguir muy de cerca los movimientos del radical Manes.
