Desde los materiales de construcción, pasando por repuestos, insumos alimentarios e industriales, hasta servicios financieros, todo verificó a partir del lunes pasado incrementos de costos que parten del 10% y pueden llegar hasta el 30%, con casos puntuales inclusive superiores a ese último porcentual.
La Voz recorrió este miércoles el espinel de distintos sectores para conocer cuál es el impacto real que viene ocasionando la devaluación del 22,5% del tipo de cambio oficial en los precios. 62 propietarios de Pyme y ejecutivos respondieron a la consulta realizada este miércoles. De ese cotejo ningún rubro quedó ajeno a los incrementos, con importantes problemas de abastecimiento y corrimiento de entregas pactadas.
Hay actividades, como el desarrollismo inmobiliario cordobés que directamente pausó hasta que aclare la venta de departamentos nuevos y lotes, y otras que verifican una significativa caída de demanda. “Tengo precios de referencia pero muy poca entrega de mis proveedores”, señaló un constructor. “Hemos suspendido las ventas hasta que disminuya la incertidumbre”, complementó un colega de la actividad.
A nivel de la industria local, en sus distintos formatos y rubros, el incremento en la provisión de insumos se ubicó por encima del 20%. Varios de los referentes consultados indicaron que las listas de precios están directamente dolarizadas, como el caso de los que trabajan con acero, chapa y aluminio. Aun así, algunos distribuidores respondían ante los clientes que aún “no tenían precio”.
Estado de ánimo
En ese sector se advierte también un fuerte golpe en el ánimo de los dueños de Pyme. “Donde más va a pegar la crisis que se avecina es en la industria”, comentó uno de ellos. “Es muy difícil asumir esta crisis como una regla de juego permanente, después de luchar 45 años para sostener la empresa”, reconoció un industrial que también comercializa al público.
En quienes se desempeñan en el comercio tradicional también hubo incrementos superiores al 20% para conseguir mercadería, con la particularidad que crece el número de faltantes. “Se frenaron de golpe las ventas”, aseguran en el sector.
En los rubros ligados con la construcción, todos los precios siguieron el ritmo del nuevo dólar, con incrementos que van del 15% al 30% en la mayoría de los rubros de corralón. “Le cumplimos al cliente que ya traemos y preferimos huirle a la venta a nuevos clientes, hasta que se tranquilice todo esto”, dijo el propietario de uno de ellos.
En el rubro de las pinturas, por ejemplo, el incremento de precios se situó en el 22% y de inmediato fue trasladado a las estanterías para mantener la dinámica de la comercialización.
Servicios es uno de los sectores que menos ajustó, el 10% aproximadamente. En el caso de los bancos, “las tasas activas subieron un 20%, todo trasladable a las Pymes”, comentó el gerente de una entidad.
Por el lado del campo, donde mayor preocupación existe es en la industria láctea que tiene el precio de compra de leche regulado. “Dólar soja, dólar maíz y ahora devaluación, prendieron fuego los costos”, dijo un actor del rubro.
“El sector está muy complicado, mucha oferta de leche con la demanda totalmente retraída, trabada la exportación de lácteos por 15 días. Cero insumos importados por las trabas y el precio internacional de la leche en polvo por el piso”, resumió.
Finalmente, hay actividades que directamente cotizan a dólar billete. Los salarios del sector tecnológico a programadores y desarrolladores se fijan en esa moneda.
