La política cordobesa también se sacudió en estos últimos días con el salto del legislador provincial Federico Alesandri, quien pasó de la oposición al oficialismo en la Legislatura. La jugada desató una ola de enojo en dos frentes: el kirchnerismo y el delasotismo.
Alesandri había llegado a la banca encabezando la lista kirchnerista Creo en Córdoba. Desde ese espacio lanzaron duras críticas contra el dirigente del departamento Calamuchita. “Traición”, repiten algunos. Y hasta exigen que devuelva la banca al espacio.
Hasta el año pasado, cuando Cristina Kirchner aún estaba en libertad, Alesandri fue recibido tres veces en el Instituto Patria por la ahora detenida. Por eso, su salto al oficialismo cayó como una bomba.
En el entorno de Natalia de la Sota, en tanto, aseguran que la decisión los tomó por sorpresa. Venían conversando con Alesandri y con Bernardo Knipscheer –pareja de la diputada nacional– para conformar un bloque común en la Legislatura. Pero, según los delasotistas, el hijo del histórico Carlos Alesandri cambió de rumbo sin aviso justo después de haber sido muy crítico con la gestión llaryorista en los últimos meses.

Movimientos en el interior
El grupo de los 200 intendentes (número aproximado) que no pueden ser reelegidos comenzó a tejer una estrategia en distintos grupos de WhatsApp para afrontar el cada vez más cercano 2027, el año en que deben renovarse las autoridades provinciales.
Aunque no hay información oficial, el olfato indica que Martín Llaryora adelantará la elección provincial, lo que ata el calendario electoral de esos municipios sin Carta Orgánica.
Tras el resultado del 26 de octubre y los pases de factura por el resultado de Provincias Unidas, varios de estos intendentes empezaron a especular con separar la elección municipal. “Yo me voy a asegurar la sucesión del pueblo; que Llaryora se encargue de la suya”, repetía días atrás una intendenta peronista que teme que desde el Panal alimenten un candidato radical para cobijar la alquimia de Provincias Unidas.
En ese mismo sentido, comenzó el casting en las localidades del interior. Los intendentes sin re-re empezaron a posicionar a sus secretarios para que llegaran a esa dramática elección en condiciones de sostener el bastión.
Los intendentes radicales, detrás de un frente con De Loredo
En estas semanas se reactivarán las reuniones de intendentes radicales que, tras las elecciones legislativas, coincidieron que quieren para 2027 un frente electoral provincial y que Rodrigo de Loredo lidere este espacio.
Para esto, algunos intendentes radicales reconocieron que lo primero será “convencer” a sus pares de que en 2027 pueden ganar la provincia. Entre los grupos de intendentes, hay quienes ya comenzaron la arenga para insistir en que los 28 años que el justicialismo cumplirá en 2027 desde que llegó al poder provincial pueden terminar.
Los más cercanos a Javier Milei quieren un armado exprés en Córdoba y menos presencia de dirigentes radicales de la Capital.


























