El actual secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill, seguirá en ese cargo otros seis meses más si el Concejo Deliberante de Villa María le aprueba un nuevo período de prórroga a su licencia como intendente.
La nueva solicitud de licencia, la cuarta desde que asumió como intendente de Villa María en 2019, llevó a que la Coalición Cívica lo denunciara penalmente en enero de 2021 por violar el Código Penal Argentino y la Carta Orgánica Municipal.
El titular de Coalición Cívica ARI Córdoba, Gregorio Hernández Maqueda, se dirigió a Villa María para mantener una reunión con la fiscal Juliana Companys, quien se encuentra a cargo de la denuncia formulada en enero pasado contra Gill por parte de las legisladoras Martínez Villada (diputada nacional), Cecilia Irazuzta (legisladora provincial), y el propio Hernández Maqueda.
Desde el partido opositor señalaron que la denuncia fue radicada el 12 de enero pasado en los Tribunales de Villa María contra Gill, y la persona que actualmente se encuentra al frente del Ejecutivo municipal, Pablo Rosso, “por la posible comisión del delito consagrado en el artículo 248 del Código Penal de la Nación (o la tentativa en la comisión de estos, en su caso), sin perjuicio de las figuras penales que pudieren resultar aplicables y/o que surjan de la instrucción de la presente”.
El 23 de junio de 2019, Martín Gill fue reelegido como intendente de la ciudad de Villa María para el período 2019-2023. A quince días de asumido el cargo, el 10 de diciembre del 2019, Gill solicitó al Concejo Deliberante de su ciudad la aprobación de una licencia para asumir como Secretario de Obras Públicas de la Nación.
“Mientras que el Artículo 91 de la Carta Orgánica (C.O) de Villa María detalla que es incompatible el desempeño de funciones en el Gobierno Municipal y Nacional en simultáneo, el Concejo Deliberante aprobó la licencia de Martín Gill (Intendente electo por voluntad popular) desde el 11 de enero del 2020 hasta el 27 de junio del mismo año, por lo que quedó a cargo del Ejecutivo municipal el primer Concejal de la Ciudad, Pablo Rosso”, recuerda la Coalición Cívica.
A partir de ese momento, se le concedieron a Gill dos prórrogas más. Y ahora solicitó una cuarta.
“La Carta Orgánica establece, claramente en su artículo 125, que el plazo máximo habilitado no debiera superar los 180 para la toma de licencia”, agregan desde la Coalición Cívica.
“Llamado a elecciones”
Y detallan el procedimiento a seguir según la Carta Orgánica municipal: “Si el impedimento fuera permanente y faltara más de un año para concluir el mandato, el reemplazante deberá convocar a elecciones, en el término de treinta días, para elegir Intendente que complete el período”.
Qué dijo Hernández Maqueda
“Agradezco la voluntad de la fiscal Companys de continuar con la investigación para que finalmente Martín Gill explique la traición que le propició al pueblo de Villa María. Miles de vecinos lo votaron y el ejerció el cargo que ganó en las urnas durante unos días para irse a trabajar a otro cargo en Nación. Si en este país existe la justicia, Martín Gill debería estar preso”, sentenció Hernández Maqueda una vez culminada la reunión con la fiscal Juliana Companys.
Villa María
Pablo Rosso, actual presidente del Concejo a cargo del Departamento Ejecutivo, confirmó el viernes pasado en declaraciones a la prensa local que se presentará un nuevo pedido para extender la licencia al cargo municipal de Gill.
En caso de ser aprobado, se tratará de la cuarta licencia consecutiva, cada una de seis meses, tomadas desde el 1º de enero de 2020, cuando el presidente Alberto Fernández lo convocó para ser el segundo del ministerio que conduce Gabriel Katopodis.
Una de las argumentaciones del oficialismo para sostener la licencia que le permite a Gill seguir en el cargo nacional es la suma de beneficios en obras y gestiones que reporta su presencia en el gobierno central, tanto para la ciudad como para la provincia.
El período de licencia vigente vence el 27 de junio próximo, y el Concejo Deliberante tiene de por medio dos sesiones para tratar el tema. Pablo Rosso confió en que para el oficialismo no será inconveniente superar esta instancia, para la que necesita contar los votos de su propio bloque y los de la bancadas escindida que integran los dos ediles del accastellismo, corriente interna distinta a la del gillismo en el peronismo local.
Desde la oposición se descuenta que no habrá acompañamiento, como ocurrió en cada uno de los debates anteriores, y se espera que la sesión en la que se trate la nueva licencia contenga áridos cruces entre las bancadas, siguiendo las experiencias pasadas.
