Más allá de los dos candidatos que participarán del balotaje del próximo 19 de noviembre, una de las certezas que dejaron los comicios de este domingo es que Juan Schiaretti se posicionó como uno de los jugadores importantes del escenario político nacional de cara a los próximos cuatro años en Argentina.
Es simple: en las generales que vieron ganador a Sergio Massa (Unión por la Patria), el gobernador de Córdoba saliente y candidato de Hacemos por Nuestro País sumó más de 1,7 millones de votos, duplicó el porcentaje obtenido a nivel nacional en las primarias de agosto y, en algunas provincias, hasta arañó el 10%.
Posicionado en la estrategia de mostrarse cercano al campo, al interior federal y a la Argentina productiva, como una opción fuera de la grieta y alejado de las recetas “milagreras” (como él mismo repitió en la campaña), Schiaretti creció de la mano de los millones de votantes que no habían participado en las Paso. Captó a aquellos que apostaron por “un país normal”, uno de sus eslogan.
“Crecimos sensiblemente en número de votos en toda la geografía argentina, muy en especial en el interior, les agradezco a los argentinos, a los que vieron en nuestra posición una bandera”, dijo Schiaretti apenas pasadas las 22 horas, cuando ya se había escrutado más del 80% del total de votos.
Visiblemente eufórico, y más allá del resultado del balotaje, Schiaretti destacó que nadie tendrá el control del Congreso Nacional, lo que potenciará los espacios minoritarios, como el de los cinco diputados cordobeses que su fuerza tendrá desde el 10 de diciembre.
“No habrá una mayoría nítida en el Congreso, y ahí estaremos nosotros planteando una agenda federal, planteando las necesidades del interior, buscando que haya equidad en la Argentina, porque no se trata de criticar los habitantes del Amba, los responsables son aquellos que dirigen el país y lo hacen parados desde el Amba y trabajando sólo para ese distrito”, apuntó.
Y agregó: “Ahora que nadie va a tener mayoría, es la hora de que nos juntemos aquellos que queremos federalismo en serio; el federalismo llegó para quedarse”.
En el discurso, Schiaretti no dio señales relacionadas con el eventual apoyo a uno u otro candidato en el balotaje, sólo se limitó a saludarlos.
“Felicito a Sergio Massa y a Javier Milei porque uno de los dos será el próximo presidente de la Nación”, dijo sin dar ninguna pista, para luego agradecer “a los cordobeses que siempre depositaron la confianza en este modelo de gestión”.
Crecimiento
A nivel nacional, Hacemos por Nuestro País recolectó poco más de 1,7 millones de votos, un 86% más que los 914 mil de agosto.
Se trata de 785 mil sufragios más conseguidos en prácticamente toda la geografía del país, que llevaron a la fuerza con base en Córdoba a obtener el 7%, casi el doble que el 3,7% de agosto.
Si bien en Córdoba, por lógica su distrito más fuerte, sumó 665 mil votos (100 mil más que en las primarias), en otras provincias, la performance de la fórmula Schiaretti-Randazzo fue extraordinaria si se la compara con lo conseguido dos meses antes.
En Santa Fe, por ejemplo, recolectó 182 mil votos, el 9% del total. En agosto, apenas había cosechado 67 mil (3,7%).
En la otra provincia que integra la Región Centro, Entre Ríos, también Schiaretti mejoró notablemente su elección. Los datos de anoche mostraban 41 mil votos, el 5,4%, en comparación con apenas 13 mil en agosto.
El discurso en favor del campo y su correcta participación en los debates televisados, evidentemente, traccionaron a la hora de decidir el voto de los electores del interior, en especial del centro productivo.
La Rioja fue otro distrito fuerte para Schiaretti: 20 mil votos (8,5%), 7 mil más que en agosto.
En la provincia de Buenos Aires, Hacemos por Nuestro País sumó 348 mil votos, 251 mil votos más que en las primarias. En Caba, si bien quedó quinto detrás de la izquierda, juntó 56 mil votos (en agosto, sólo 15 mil).
