En el inicio del año electoral que implica la finalización de distintos ciclos, Juan Schiaretti inaugura este miércoles por última vez las sesiones ordinarias del Poder Legislativo provincial, mientras transita su décimo segundo año como gobernador.
Podría esperarse que sea un discurso de balance, de cierre de época, del cuatro de siglo que inauguró José Manuel de la Sota con el triunfo del 20 de diciembre de 1998 y el “proceso transformador” que continuó él, “el Gringo”.
Pero nadie en el PJ Capital cree que Schiaretti vaya a pronunciar un “discurso retro”; mucho menos “un discurso de despedida cuando quedan 11 meses”.
“Habrá un repaso de la obra pública en marcha, que es histórica, desde la obra vial con las autovías Punilla y ruta 5, pasando por los nuevos accesos a la ciudad de Córdoba y, obviamente, el acueducto desde el río Paraná”, dice un schiarettista que es comandante en la Legislatura.
Otro dirigente del peronismo capitalino aporta: “En los próximos 10 meses (lo que le queda de gestión), Schiaretti hará licitaciones que marquen el futuro de la obra pública del próximo Gobierno”.
“Quizá deje en claro que el continuador de su obra es (Martín) Llaryora, pero de ninguna manera Schiaretti va a dejar de ocupar el centro de la gestión”, dice un tercero, abocado también a la movilización.
La solapada interna entre el peronismo que viene y el que se va subyace en las especulaciones respecto de qué dirá Schiaretti.
La movilización
El PJ Capital espera que haya entre 2.500 y 3.000 militantes en las afueras de la Legislatura, que se concentrarán en la calle interna que une el Penal con el cilindro que alberga al Poder Legislativo. Allí habrá pantallas gigantes y un corredor para que Schiaretti llegue hasta una tarima y salude a los jefes territoriales.
“No será un acto ni esperamos un discurso político; más bien un saludo a la dirigencia”, aseguran.
La convocatoria está a cargo del “viguismo”. Conducen la movilización de la tropa Raúl La Cava, secretario de Políticas Sociales, Inclusión y Convivencia de la Municipalidad; los legisladores Leonardo Limia y Diego Hak; todo bajo la supervisión del ministro de Vinculación Comunitaria, Paulo Cassinerio.
Terminal de todos ellos es Alejandra Vigo, senadora y primera dama provincial. Ella llegará con Schiaretti en el auto que los dejará en el ingreso a la Legislatura provincial.
El discurso tendrá un capítulo nacional en lo que no faltarán los “diferenciales del peronismo de Córdoba” y contendrá “fuertes críticas al Gobierno nacional”: reclamo por las retenciones a las exportaciones, pedido de federalismo en el reparto de subsidios y advertencias por el deterioro institucional.
El recinto lucirá colmado: el último nivel estará copado por “la barra”, que esta vez serán concejales de la ciudad de Córdoba y autoridades de los partidos que integran Hacemos por Córdoba.
Cuando mire a la izquierda, el gobernador podrá ver a los intendentes de las principales ciudades de la provincia, que estarán en uno de los balcones. Allí se ubicará Martín Llaryora, a quien Schiaretti proyecta como el continuador de la gestión de Hacemos por Córdoba. A su lado estaría Daniel Passerini, una clara señal de que es el elegido para disputar la intendencia capitalina.
En el mismo palco se ubicarán Juan Manuel Llamosas (Río Cuarto), que busca ser el vice en la fórmula que liderará Llaryora, y Martín Gill (Villa María), el intendente de mayor peso del Frente de Todos.
En la primera fila, debajo de los escaños, estarán los legisladores nacionales, entre ellos el senador Luis Juez y el diputado Rodrigo de Loredo, quienes disputan entre sí la candidatura a gobernador de Juntos por el Cambio.
