El reclamo de la deuda que el Gobierno nacional mantiene con las provincias es una de las noticias políticas que dejó el fin de semana, sobre todo por la gran coincidencia existente entre todos los mandatarios del país. Le reclaman un billón de pesos de coparticipación al gobierno de Javier Milei.
En ese marco, Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, dijo a La Voz en Vivo que esperan encontrar una solución “en el marco del diálogo con la Nación”.
“Seguro que lo vamos a lograr”, agregó. “Hay un consenso generalizado respecto del reclamo por parte de todos los gobernadores. Nosotros tenemos que defender todos los recursos que por ley nos corresponde, nosotros tenemos muchas necesidades y hay cosas que no manejamos, por ejemplo el tipo de cambio que tiene mucho impacto en el turismo, por ejemplo”, dijo a este medio.
Y calificó la situación de “delicada” y agregó que “la paciencia se agota”.
De cuánto es el reclamo de los gobernadores
Durante 18 intensos meses, el flamante gobierno libertario de Javier Milei logró mantener bajo la alfombra una de sus principales debilidades: la fragilidad política en el Congreso.
Lo hizo tejiendo acuerdos con distintos gobernadores, conteniendo tensiones con negociaciones pragmáticas. Pero el equilibrio precario se rompió. El lunes pasado marcó un punto de inflexión: el pacto tácito entre Nación y las provincias se desmoronó con estrépito.
Qué dijo Ignacio Torres
Ignacio Torres, gobernador de Chubut, dijo a La Voz en Vivo: “La charla con el gobierno fue amena porque el gobierno plantea terminar con el curro de los fideicomisos y es lo mismo que planteamos nosotros”.
“Estamos discutiendo derechos y obligaciones”, dijo. Torres espera llegar a un consenso con el Gobierno nacional.
“Logramos algo histórico que fue que todos los gobernadores nos juntamos para discutir”, indicó.
Cumbre de gobernadores
En una cumbre histórica celebrada en la sede del Consejo Federal de Inversiones, los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño coincidieron -por primera vez de forma unánime- en elevar un reclamo al Gobierno nacional: exigir la restitución de fondos coparticipables que, según denuncian, están siendo retenidos de por la administración central.
No se trató de una simple petición. Fue un grito coordinado que puso sobre la mesa una cifra millonaria: un billón de pesos. Ese es el monto que las provincias aseguran que el Estado nacional les retuvo en el último año.
La reunión no fue solo una muestra de unidad política. También se consensuó una decisión desafiante para la Casa Rosada: los gobernadores redactarán y enviarán un proyecto de ley al Congreso para que los fondos de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el Impuesto al Cheque se distribuyan conforme al índice de coparticipación.
Son recursos vitales que, hasta ahora, la gestión libertaria ha utilizado como salvavidas para sostener su ambicioso objetivo de déficit cero, una bandera central del modelo económico que defiende Milei.
Los ATN se financian con el 1% de la coparticipación que aportan las provincias. Según la normativa vigente, su destino es claro: “atender los desequilibrios financieros de los distritos”.
Sin embargo, la historia reciente da cuenta de usos discrecionales, y el actual gobierno ha llevado esa discrecionalidad a un nuevo extremo.
A diferencia de gestiones anteriores, que utilizaban estos fondos para disciplinar a los gobernadores rebeldes, Milei optó por ir al otro extrema: solo 49 mil millones de pesos fueron girados a las provincias más dialoguistas, mientras que 630 mil millones quedaron en manos del ministro de Economía, Luis Caputo, como herramienta de ajuste.
