La semana pasada se conoció la tasa de inflación de marzo. A nivel nacional, marcó un récord en 20 años: 6,7% en comparación con los precios de febrero.
En Córdoba, el índice de precios al consumidor local mostró una tasa apenas más elevada, que también fue la más alta desde la crisis de 2002: 6,91%, según la Dirección de Estadística y Censos provincial.
Más allá de estos números mensuales y de las mínimas diferencias entre el índice nacional y el local, lo cierto (y grave) es que la inflación interanual (“la velocidad de la inflación”, como la suele describir Gustavo Reyes, economista jefe del Ieral y especialista en el tema) no cede desde hace años.
En esa medición, es decir, frente a marzo de 2021, la suba de precios avanza al 52,2% en Córdoba, una tasa que está en línea con la de mediados de 2019, cuando la inflación se desbocó tras las Paso de ese año.
Detrás de la inflación promedio
Sin embargo, todas estas tasas son valores promedio ponderados en base a una encuesta de consumo de una familia de cuatro miembros de hace más de 15 años.
El problema es que si bien el promedio permite elaborar análisis y hacer comparaciones, puertas adentro, esconde realidades muy diversas.
Desmenuzando los datos promedio, la inflación impactó de forma muy distinta según los productos o servicios que más utilice una familia dentro de la canasta de consumo que mide el Indec.
Según el IPC Córdoba, el costo de las cirugías, partos e internaciones (abonadas en forma particular) fue el servicio que más subió entre los que se relevan: 100,8% entre marzo del año pasado y marzo de 2022. Casi el doble que la inflación promedio.
Los paquetes turísticos, por ejemplo, subieron 98% en un año en Córdoba. En esto tuvo que ver que a comienzos del 2021 los precios en este sector estaban atrasados por la parálisis de la pandemia.
Párrafo aparte merece el aumento de la indumentaria. En un año, la ropa subió 75,6%, en un contexto de ventas bajas en el sector.
Según declaró el viernes la economista de la Fundación Pro Tejer, Priscila Makari, el factor principal de esta suba se explica en la inflación internacional.
“El sector tiene insumos dolarizados; hay algunos insumos que produce el país, como el algodón, pero su precio se fija en los mercados internacionales y tuvo un aumento del 108% en dólares respecto de la prepandemia”, destacó.
Los alimentos en general, el pan, la leche y las verduras también aumentaron en Córdoba por muy encima del promedio.
Del otro lado, las tarifas de luz y gas, subieron 31,4% y 9,5%, respectivamente.
