A tres semanas de los comicios generales del 22 de octubre, y en las horas previas al primer debate presidencial que se realizará esta noche en Santiago del Estero, para tratar de convencer al electorado, los cinco candidatos a suceder al presidente Alberto Fernández mostraron matices, y en algunos casos, cambios profundos en sus estrategias y propuestas respecto a la campaña para las Paso del 13 agosto.
Salvo la candidata del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, que insiste con su consigna de enfrentar al establishment, sobre todo contra el libertario Javier Milei, los otros cuatro aspirantes presidenciales modificaron sus estrategias, después de las primarias.
Hay que recordar que el resultado de las Paso dejó un escenario de tres tercios, entre Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio y Sergio Massa (Unión por la Patria), con los tres candidatos separados por tres puntos, de cara a las generales del 22 de octubre.
En el último mes de campaña, los tres tercios no se rompieron, pero la mayoría de las encuestas indican que ahora es “más imperfecto”: un Milei adelante, por una mayor ventaja; Massa con un leve crecimiento, en segundo lugar, y Bullrich, quien cayó después de las Paso, ahora estaría recuperando terreno.
En este contexto, los cambios más profundos se dieron en los dos candidatos que aspiran a llegar al balotaje, (Massa y Bullrich), dando por descontando que si no gana en primera vuelta, Milei ya se aseguró un lugar en el mano a mano que se daría el 19 de noviembre.
Modificación de planes
El oficialista Massa le copió parte del libreto al cordobés Juan Schiaretti, y ahora propone un gobierno de “unidad nacional”.
El gobernador de Córdoba y candidato presidencial de Hacemos por Nuestro País viene hablando de un gobierno de unidad nacional desde principios de junio, cuando negoció un acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta y el radical Gerardo Morales, que finalmente no prosperó.
Ahora, Massa utiliza la misma propuesta, con el objetivo de llegar a radicales moderados y votantes de Horacio Rodríguez Larreta, que no digieren a Bullrich.
Además, el también ministro de Economía –casi un presidente en funciones– apeló a las herramientas que le otorga el poder nacional: para alimentar sus chances electorales lanzó un paquete de medidas económicas que tendrá un costo fiscal estimado en tres billones de pesos.
Bullrich, por su parte, después de las Paso presentó a Carlos Melconian como su eventual ministro de Economía, acompañado por un equipo de economistas que trabaja en la Fundación Mediterránea.
Además, la candidata de Juntos por el Cambio radicalizó su discurso contra el kirchnerismo – “soy la que va a terminar con el kirchnerismo para siempre”–, asegura, y se muestra como la abandera del “orden”, pero “sin destruir”, para diferenciarse de Milei.
La dirigente del PRO también pudo mostrar en las últimas semanas un fuerte respaldo de MauricioMacri, y de todos los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio.
Los últimos triunfos provinciales de la alianza opositora en Santa Fe, Chaco y Mendoza, trataron de ser aprovechados por Bullrich en beneficio propio, como una ola favorable a su aspiración presidencial.
Cambio de look
Milei fue el fenómeno de las Paso de agosto. Nadie vio venir su triunfo, que, sobre todo, golpeó a Juntos por el Cambio. Tuvo discursos y propuestas disruptivas que captó el malhumor social contra los políticos.
Sin embargo, ahora el candidato ultraliberal moderó su mensaje. Y hasta cambió el corte de cabello, que le valió el mote de “el León”.
Aplicando el denominado “teorema Baglini” Milei se moderó. Es una definición del fallecido exdiputado nacional radical Raúl Baglini, que dice: “El grado de responsabilidad de las propuestas de un candidato es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder”.
El candidato libertario mantiene sus propuestas, pero ahora dice que “llevarán un tiempo aplicarlas”. Por ejemplo, la dolarización, una de sus principales promesas.
Milei también se acercó a la “casta política” que tanto cuestiona. Acordó con el polémico gremialista Luis Barrionuevo, que conduce el gremio gastronómico desde hace cuatro décadas. Además sumó a su equipo exfuncionarios menemistas.
Hay otra disputa, alejada de la pulseada por llegar al sillón de Rivadavia: Schiaretti y la dirigente de izquierda Bregman buscan sumar bancas en el Congreso.
El gobernador de Córdoba cuestiona a Massa y a Bullrich, y por primera vez se refirió a Milei. “Sus propuestas no se aplican en ningún país del mundo”, dice crítico.
Schiaretti concentró su campaña en defender los votos que sacó en las Paso en Córdoba.
Mientras que Bregman fue la que menos modificó su discurso. La candidata del Frente de Izquierda buscó polemizar con Milei, a quien directamente acusa de no ser “democrático”. “Somos el único cambio creíble de la clase política. Milei es un antidemocrático”, pontifica.
Lo último que dijeron
Javier Milei (La Libertad Avanza)
Cerca de la casta. El candidato presidencial libertario hizo de sus críticas a la clase política uno de sus principales argumentos en la campaña para las Paso. Ahora acordó con el gastronómico Luis Barrionuevo. Además, varios de los integrantes de su equipo son exfuncionarios menemistas.
Propuestas. Milei mantiene sus principales propuestas, pero frenó las expectativas. Dice que la dolarización “llevará su tiempo”. Asegura que “cerrará” el Banco Central, pero presentó al economista Emilio Ocampo como el eventual presidente de la entidad financiera estatal. Insiste, “mi funcionario que gaste de más, le corto la mano”.
Sergio Massa (Unión por la Patria)
“Plan platita”. El ministro de Economía y candidato oficialista anunció distintas medidas que tendrán un costo fiscal de tres billones de pesos, que impactarán de lleno en la próxima gestión. La casi eliminación del Impuesto a las Ganancias fue su decisión más fuerte, apoyada por la CGT nacional.
Guiño a la oposición. Massa también dijo en los últimos días que si es Presidente convocará a un gobierno de “unidad nacional”, una propuesta que Schiaretti viene sosteniendo desde junio. Con esta definición, el candidato oficialista busca captar el voto de radicales y algunos moderados que votaron a Horacio Rodríguez Larreta.
Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio)
El equipo. La candidata opositora hizo una fuerte apuesta al presentar a quien sería su eventual ministro de Economía: Carlos Melconian, y su equipo que trabaja en la Fundación Mediterránea. Para competir con Milei y Massa, la dirigente del PRO buscó dar certezas sobre la cuestión económica.
Contra los K. Bullrich siempre fue crítica del kirchnerismo, pero para polarizar con Massa, a quien considera su rival para llegar al balotaje, la candidata dice que ella “terminará con el kirchnerismo para siempre”. “Massa es un lame botas de Cristina”, dijo este sábado. Además, utiliza su nuevo lema: “orden, pero sin destruir”, para diferenciarse de Milei.
Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)
Contra Milei. La única candidata de izquierda concentra sus discurso en cuestionar a Milei, hoy el candidato mejor posicionado en las encuestas. “Somos el único espacio que terminará con el establishment de la clase política. Milei es un antidemocrático, que tiene el apoyo de muchos empresarios”, dice Bregman.
Propuestas. Romper con el FMI y estatizar todos los organismos que tengan que ver con el sector exportador, son dos de las propuestas centrales de la candidata del Frente de Izquierda, que casi no menciona a sus rivales en la carrera presidencial, salvo al libertario Milei, a quien cuestiona con dureza.
Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País)
Contra Massa y Bullrich. En esta campaña para octubre, el gobernador de Córdoba y candidato presidencial se mostró particularmente crítico contra Massa y Bullrich, especialmente con el ministro de Economía. “Ambos espacios fracasaron en la gestión. El ministro es un irresponsable que parece Papá Noel, con anuncios, muchos de los cuales son fondos de las provincias”, cuestionó.
Un país normal. Schiaretti hace hincapié en su gestión provincial. Hasta ahora, su campaña fue con actos de gestión, que ya no puede hacer. “Nuestra propuesta es tener un país normal, como muchos países vecinos”, pregona.
