En el mejor de los casos sólo podrá conseguirse en Córdoba, en una misma boca de expendio, la mitad de los 1.393 productos que hasta este lunes formaban parte de la lista del programa Precios Justos.
La plena vigencia de la oferta –con ese recorte sustancial en la variedad– podrá verse en las góndolas recién a fin de mes, aunque algunos supermercados arrancaron la semana con el proceso de adaptación a su modo de los precios.
La iniciativa, anunciada el viernes pasado por el ministro de Economía, Sergio Massa, avanza con lentitud en su puesta en práctica, aunque por ahora existen numerosos cabos sueltos que generan incertidumbre en la cadena comercial minorista.
Parte de esas dudas están siendo planteadas por la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (Fasa) al secretario de Comercio, Matías Tombolini. con la mira puesta en llegar a diciembre con la mayor cantidad posible de mercadería a disposición del consumidor.
Una duda surgida hasta el momento, sin embargo, es que gran parte de los casi 1.400 productos que están en la lista con la que trabaja el supermercadismo cordobés (en la web oficial son 1.823) corresponde a marcas propias de cadenas.
Según pudo conocer La Voz, sobre la primera cifra, 622 productos pertenecen a marcas rotuladas por Carrefour, Cencosud, Día%, Walmart y Libertad. De este modo, en un cálculo “optimista”, cuando todo esté en marcha los cordobeses podrían encontrar como máximo 770 artículos en una misma boca de expendio, estiman en el sector.
En ese número estarán los productos de consumo masivo, en especial los vinculados con alimentos, bebidas e higiene, pero es una cifra lejana al objetivo del programa y también comparada con la cantidad de posiciones que normalmente ofrece una gran boca de expendio, de 7 mil a 8 mil.
Sólo Dia%, de la cadena homónima, tiene listados 226 artículos que se venden exclusivamente en sus bocas.
Víctor Palpacelli, titular de Fasa, señaló a La Voz que está situación está siendo llevada a Tombolini, ya sea para que se amplíe el número o se aclare que la lista real que los supermercados se comprometieron a “acompañar”, es sustancialmente más chica.
“Nos hemos comprometido a poner nuestras góndolas a disposición para acompañar el programa”, indicó el directivo.
Concretamente, Precios Justos aún no se ve en las estanterías cordobesas y faltan varios días para que los carteles indicadores aparezcan. Este lunes algunos supermercados empezaron a trabajar con la mercadería y los precios disponibles, pero falta rato.
“El comercio quiere acompañar pero depende absolutamente de que la industria entregue y abastezca en tiempo y forma en todo el país por medio de todos los canales de comercialización de que dispone”, apuntó Palpacelli.
Esa es una clave para que el programa recoja cierta masividad. En muchos casos, las fábricas entregan en forma directa, pero en otros lo hacen a través de distribuidores que, con el techo de aumento del 4% mensual fijado por el Gobierno, deben rediscutir sus condiciones. “Todos los programas que han existido tienen ese gris en el medio”, dijo el presidente de Fasa.
El supermercadismo es un sector de capilaridad compleja dado que existen las grandes cadenas, pero también cientos de supermercados de capital local repartidos en el país. La fiscalización promete la actuación municipios, lo cual puede llevar a que no pocos jugadores locales no adhieran al programa.
Para Fasa y las cámaras supermercadistas, si al control de precios lo va a ejercer una intendencia, eso obliga a las empresas a tener que desplegar “un ejército” (sic) de empleados para tener que atender eventuales denuncias. Frente a ese riesgo, el camino más sencillo es no adherir.
Por eso, las entidades quieren que la cartera a cargo de Tombolini precise criterios de inspecciones y que se encare la verificación de precios por el lado de la industria. “Que controlen en las fábricas”, sugirió Palpacelli.
De acuerdo con fuentes de una cadena de capital cordobés, este lunes algunas industrias retrocedieron en aumentos que habían dispuesto la semana pasada, para dejar los incrementos dentro de la pauta del cuatro por ciento. “Es una buena señal”, comentó el gerente de compras de una boca minorista, aun cuando reconoció que eran pocos los casos.
