A poco más de una semana de las Paso, Juntos por el Cambio sumó otro sacudón interno: María Eugenia Vidal anunció su apoyo a Horacio Rodríguez Larreta, pronunciamiento que le valió reproches de Mauricio Macri y de dirigentes alineados con Patricia Bullrich.
“Voto a Horacio porque estoy convencida de que hoy es lo mejor para la Argentina”, remató Vidal la carta que publicó en la redes sociales y cuyo título fue “Mi voto”. Una foto junto al precandidato presidencial acompañó el texto.
El impacto fue inmediato. Desde el bullrichismo la calificaron de “empleada del mes”, su socio político Cristian Ritondo dijo estar “desilusionado”, y Mauricio Macri señaló la falta de palabra de la exgobernadora de Buenos Aires.
Macri hizo declaraciones a la prensa, al recorrer la localidad bonaerense de San Nicolás. “No lo veo como una sorpresa que se apoyen recíprocamente, por la relación de tanto tiempo que tienen Larreta y Vidal. Pero también lo escuché a Ritondo y tiene razón en estar desilusionado. Lo mejor en la vida es hacer lo que uno dice. Y, lamentablemente, siento que María Eugenia ha tomado varias decisiones sucesivas en las cuales ha desdibujado su perfil”, dijo el expresidente.
“Ha desdibujado su perfil y eso es lo que le duele a la gente que está con ella, que se había comprometido con Patricia (Bullrich) y con Ritondo, uno de los líderes más importantes que ella tenía dentro de su grupo”, agregó Macri.
Horas antes había sido el jefe de campaña de Bullrich el que criticó a Vidal. Juan Pablo Arenaza apeló a los cambios de distritos electorales de Vidal, una chicana muy usada por el kirchnerismo. “La más bonaerense, la más porteña, la más neutral y al final de nuevo la empleada del mes. Sin comentarios”, la criticó Arenazza en Twitter.
El movimiento interno de Vidal, muy calculado, rompió una sociedad política que presumía de indestructible: Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO y exministro de Seguridad bonaerense, confesó su desilusión por el paso dado por su ex socia.
“Me sorprendió y, en parte, me desilusionó. Le he expresado personalmente que estoy muy en desacuerdo con esa decisión”, dijo Ritondo a Radio Continental.
En el bullrichismo confiaban en que Vidal mantendría la neutralidad en la disputa por la candidatura presidencial, más allá de que Ritondo abiertamente se había alineado con Bullrich y también con Néstor Grindetti, el intendente de Lanús, presidente de Independiente de Avellaneda y precandidato a gobernador de Buenos Aires que competirá con el larretista, Diego Santilli.
“He trabajado con ella en batallas importantes en la provincia de Buenos Aires, pero estoy convencido que hoy la persona con carácter para liderar esas batallas es Patricia Bullrich”, sostuvo Ritondo, reafirmando de qué lado hay que estar.
Ritondo dijo algo más. Le replicó a Vidal echando mano a la figura de Mauricio Macri. Contó que la gran mayoría de los dirigentes que acompañaron a Vidal como gobernadora de Buenos Aires avalan la precandidatura de Bullrich. Y dijo no dudar sobre la opinión del mismo Macri. Consideró que para el expresidente “el cambio nítido y profundo los representa Bullrich”.
Vidal empezó el año con la intención de competir con Larreta y Bullrich por la candidatura presidencial de Juntos por el Cambio. El 22 de febrero recibió a Macri en su “oficina de campaña”. “Gracias Mauricio por acompañarnos hoy y por confiar siempre. SÉ QUE SE PUEDE, porque creo en nuestro equipo, creo en mi país y creo en los argentinos. Vamos a recuperar el futuro”, dijo ese día Vidal en las redes sociales. “Es alentador saber que contamos con competidores comprometidos y serios como ella”, la alentó Macri. En marzo Vidal visitó a Macri y le ratificó su plan.
El 4 de mayo, con Larreta y Bullrich fortalecidos y consolidados en la disputa, Vidal decidió bajarse de la carrera. “No se peleen’, ‘Estén unidos’, me dijeron en cada recorrida. Por eso, porque los escuché y porque los entiendo, decidí que esta vez no voy a ser candidata a Presidenta de la Nación”, dijo al anunciarlo. Macri la elogió: “María Eugenia, te conozco desde hace muchos años y te respeto desde siempre por tu integridad, tu valentía y tu lealtad a las personas y a las ideas. Por eso la decisión que anunciaste merece todo mi respeto. El futuro tiene un lugar para vos, siempre tendrás mi apoyo”.
El movimiento de Vidal no fue una decisión tomada a las apuradas. Las conversaciones con Rodríguez Larreta venían avanzadas y eso era sabido en el universo del PRO. La carta pública de Vidal (400 palabras) y su adhesión a Larreta, fue publicada a las 9 de la mañana. Al rato el jefe de gobierno porteño le devolvió la gentileza con otro texto de 319 palabras, que empieza “¡Muchas gracias, Mariu! Te quiero mucho”.
La disputa presidencial entre Bullrich y Rodríguez Larreta dividió al PRO y también a la UCR. Hernán Lombardi, Laspina, Pinedo, Emilio Monzó, Fernando Iglesias, entre otros, quedaron alineados con Bullrich, que también logró el acompañamientos de radicales como los mendocinos Luis Petri y Alfredo Cornejo o el independiente López Murphy. El jefe de gobierno porteño sumó apoyos notables: lleva como vice al titular nacional de la UCR, Gerardo Morales; y lo acompañan Elisa Carrió y Miguel Angel Pichetto; además del diputado Waldo Wolf, un ex halcón que se pasó de bando.
La grieta en la principal coalición opositora se refleja también los desacuerdo que aún se mantienen respecto a si el domingo 13A Larreta y Bullrich compartirán búnker electoral.
Horas después Mauricio Macri le bajó el tono a sus dichos
Luego de sus dichos, el expresidente de la Nación decidió bajar el tono de sus expresiones en San Nicolás. En su cuenta personal de Twitter expresó: “Quiero dejar en claro que en ningún momento cuestioné a María Eugenia por su decisión de apoyar públicamente a Horacio. Mi posición históricamente siempre fue la misma, cada uno es dueño de sus decisiones y estas no deben ser cuestionadas. De esa libertad surge también la responsabilidad individual”.
“¿Qué mérito o culpa tendría alguien si no puede hacer lo que quiere o decir lo que piensa? Yo creo en eso, para bien o para mal todos debemos ser autores de nuestro destino. Por otro lado, también entiendo el desencanto de Cristian Ritondo, que sintió que no se había cumplido con la palabra empeñada porque también, como dije otras veces, creo que hay que cuidar la palabra”, finalizó el exmandatario.
