El mercado financiero estimó un leve impacto en la inflación tras la salida del cepo cambiario, aunque observa difícil que pueda quebrar el 2% mensual.
Así surge del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publicó este jueves el Banco Central y promedia la opinión de 29 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y 12 entidades financieras.
Este es el primer trabajo de este estilo que se conoce tras la salida del cepo cambiario, ya que el correspondiente a marzo fue publicado previo al 11 de abril.
En este caso, los datos fueron recogidos entre el 28 y el 30 de abril, cuando los analistas tuvieron una primera aproximación al resultado de las medidas.
La inflación esperada para abril es de 3,2%, un punto por encima de lo estimado el mes anterior (la información oficial la dará a conocer el Indec el próximo miércoles 14). A su vez, para todo 2025 la suba de los precios proyectada es de 31,8%, 4,3 puntos por encima del último cálculo.
No obstante, según los especialistas, costará que la inflación se instale por debajo del 2%. Para mayo estiman 2,8%, para junio 2,2%, para julio 2%, para agosto 1,8%, para septiembre 2% y para octubre 1,8%. Para la inflación núcleo, fundamental para las proyecciones del Banco Central, esperan un derrotero parecido con un final de 2025 en 30,7%.

El Gobierno juega fuerte a que el proceso de desinflación se consolide y esté por debajo de esos porcentajes. El presidente, Javier Milei, reiteró en las últimas horas que para mediados del año 2026 la inflación quedará “aniquilada”.
Con respecto al valor del dólar, los analistas lo calcularon en $ 1.171 a fin de mayo y a $ 1.322 a diciembre.
Con este cambio de escenario, las proyecciones no vislumbran cambios en las estimaciones de crecimiento de la economía que se mantienen en torno al 5,1%.
Pese a esta expansión, la tasa de desocupación no se modificaría en forma sustantiva y apenas bajaría a 6,5% desde el 6,9% considerado para el segundo trimestre.
Por otro lado, calcularon que el nivel de exportaciones trepará a U$S 82.810 millones, mientras que las importaciones crecerán a U$S 73.000 millones, lo cual dejaría un saldo a favor de U$S 9.810 millones, muy por debajo de lo que se pensaba a inicio de año. Esta reducción del superávit comercial es uno de los puntos que pondrá presión sobre el tipo de cambio y puede complicar la acumulación de reservas comprometida con el FMI.
Finalmente, la proyección del superávit fiscal primario del Sector Público Nacional no Financiero que realizan quienes participan del REM se ubicó en $13,0 billones para 2025 ($1,0 billón superior al REM previo).