Martín Llaryora abandonó su postura de “respaldo crítico” al Gobierno nacional para convertirse en uno de los gobernadores que más apoya y milita la aprobación de la “ley bases”, una herramienta fundamental para la gestión del presidente Javier Milei.
El momento de mayor tensión entre el gobernador y el presidente de la Nación se produjo en la primera semana de febrero. Fue cuando Milei decidió retirar el proyecto de “ley ómnibus” de la Cámara de Diputados, ante la resistencia que tuvo el proyecto oficial en la discusión por artículos, luego de la aprobación “en general”.
Desde Israel, donde se encontraba en gira oficial, Milei disparó munición gruesa contra varios gobernadores, que según él, lo habían “traicionado” al tratar de modificar varios artículos para convertirlo en ley.
“No sólo son los kirchneristas. También hay gobernadores peronistas de buenos modales, como Llaryora, que dicen apoyar el cambio pero traicionan a sus votantes”, cuestionó por entonces Milei, luego de acusar al gobernador cordobés de ser un “gastador serial” en publicidad y financiamiento de eventos artísticos.
Hoy parecen muy lejanos aquellos tiempos de enfrentamiento directo. Aunque fue con al menos cinco gobernadores, no sólo con Llaryora.
Hay varias cuestiones que influyeron en este cambio de relación entre el Centro Cívico y la Casa Rosada, para dejar de lado las tensiones: vencimientos de deuda en dólares de la provincia, la negociación de obras que la Nación financia y están paralizadas y las encuestas, que lo muestran al Presidente con un alto apoyo en la provincia, pese al rudo ajuste que está aplicando.
En cuanto al endeudamiento, Llaryora necesita resolver un vencimiento por 159,06 millones de dólares, en el mes de junio. El otro pago importante, por el mismo monto en dólares, será en diciembre.
El gobernador y el ministro de Finanzas, Guillermo Acosta, ya están trabajando en ese sentido para evitar un default, posibilidad que en el Centro Cívico descartan de plano.
El gobernador mantiene un diálogo permanente con el ministro del Interior, Guillermo Francos, que a su vez, está metido de lleno en la ardua tarea de buscar respaldo para la sanción de la “ley bases”.
La negociación está encaminada. Se aplicará la misma estrategia que utilizó el intendente Daniel Passerini para cumplir con un vencimiento de 25 millones de dólares: colocó deuda en el mercado interno a través de la emisión de una letra, por 30 mil millones de pesos.
La Provincia hará lo mismo el mes próximo, colocando una primera parte de una emisión por un total de 500 mil millones de pesos que tiene planificado colocar durante este año.
La gestión llaryoristas pagará el vencimiento en junio, pero luego entrará en negociación con los acreedores para refinanciar esos 159 millones de dólares, con lo cual, la búsqueda de financiamiento en el mercado interno podría ser utilizado para obras y no para pagar deuda.
Para esta operatoria, como con varios gobernadores que ya lo hicieron, Llaryora necesita del aval del ministro de Economía, Luis Caputo. El funcionario habría dado su aprobación a través del ministro Francos.
Obras nacionales
Por otro lado, aunque no es un tema tan urgente como los vencimientos de deuda, Llaryora es optimista de poder conseguir que la Nación finalice algunas de las obras que están paralizadas en Córdoba, luego de la drástica decisión del Presidente y el ministro Caputo de cortar el financiamiento de la obra pública nacional.
En medio de la negociación para conseguir votos en el Congreso, desde la Casa Rosada comenzaron a hablar con gobernadores para reactivar obras, especialmente aquellas que tengan un importante avance.
De manera informal, el ministro Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, les pidieron a los gobernadores que le hagan llegar un listado de obras que financia la Nación, y que están retrasadas en su ejecución.
En este sentido, Llaryora tiene dos prioridades: las autovías San Francisco-Córdoba y la de Holmberg-Río Cuarto.
La primera tiene un avance del 70%, mientras que la segunda un poco más: el 80%.
Esta obra en las inmediaciones de Río Cuarto es una gran preocupación, porque genera muchos problemas, en una zona de mucho tránsito. En una de las visitas a la capital alterna provincial, el gobernador advirtió que la Nación debe terminar ese proyecto, por los riesgos que genera por la alta circulación de vehículos.
Otra de las obras que figura en el listado que la Provincia elevará a la Nación es la repavimentación de la ruta nacional 158, que está en mal estado en muchos tramos.
El proyecto a largo plazo es acordar con el Gobierno nacional la construcción de una autovía que una las ciudades de Río Cuarto, Villa María y San Francisco. Por ahora, Llaryora se conforma con la repavimentación.
Las encuestas
Otra cuestión que no pasa inadvertida en el Centro Cívico es el sólido respaldo social que el presidente Milei tiene en Córdoba.
Pese al ajuste y al aumento de los servicios públicos que genera la quita de los subsidios nacionales, Milei conserva un apoyo del 65%, según los sondeos que paga el Gobierno provincial.
En lo político, no es viable enfrentar a un Presidente que tiene un respaldo entre los cordobeses que supera holgadamente al que hoy tiene la gestión llaryorista.
En este sentido, el gobernador evitará confrontar con la Casa Rosada. Además, hay otra cuestión que tiene que ver con la política: en el horizonte cercano aparece el “pacto de mayo” que se discutirá en la ciudad de Córdoba, el próximo 25 de mayo.
La firma de ese acuerdo con gobernadores depende de la aprobación de la “ley bases”, pero de concretarse, Llaryora mantendrá una buena relación con la Nación al menos hasta esa cumbre, que pondrá a Córdoba en el centro del escenario político nacional.
