Durante el fervoroso discurso triunfal del domingo pasado, y en sus declaraciones de las últimas horas, el presidente Javier Milei dejó claro que se siente el líder absoluto del espacio de centroderecha, ya sin –para él– la molesta sombra de Mauricio Macri.
“Ya pasó el tiempo de Macri”, proclamó el Presidente, el día después de la debacle del PRO en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba).
El fallecido expresidente Carlos Saúl Menem tenía una expresión que la adaptaba a la política, refiriéndose a un destino predeterminado: “Nadie muere en la víspera”.
Habría que agregarle a aquella definición del presidente riojano, que hegemonizó el poder en la década del ‘90, que “en política nadie muere”.
Aunque Macri quedó herido, luego del lejano tercer puesto de su candidata, Silvia Lospennato, en su territorio, que durante casi dos décadas estuvo teñido de amarillo, y que el domingo quedó pintado del violeta de La Libertad Avanza, el expresidente adelantó que no se retirará de la actividad política.
Sin medias tintas, Milei no le auguró futuro político al fundador del PRO. Al Presidente habría que recordarle que en el año 2015, luego del triunfo de Macri en los comicios presidenciales, muchos –entre ellos, Juan Schiaretti– pronosticaron el final del ciclo político de Cristina Fernández de Kirchner.
Sin embargo, la expresidenta siguió vigente. Impuso por un tuit a Alberto Fernández como candidato presidencial. Ahora aunque con menos poder, sigue siendo influyente en la decisiva –electoralmente– provincia de Buenos Aires.
Precisamente, derrotar al kirchnerismo en su territorio es el próximo objetivo político que se plantearon el presidente Milei y su hermana, Karina Milei, la armadora de los libertarios.
El oficialismo nacional ya piensa en las elecciones legislativas del 26 de octubre, cuando se elegirán 35 diputados en el principal distrito electoral del país.
Karina Milei y su operador en Bueno Aires, Sebastián Pareja, ya están dialogando con dirigentes macristas, ahora un poco más apurados en saltar al barco libertario.
Macri tomó distancia, después del mal trago del domingo. Se embarcó en un viaje al exterior que lo mantendrá dos semanas fuera del país, para cumplir tareas como presidente de la Fundación de la Fifa.
Cristian Ritondo, Diego Santilli y el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, son los encargados de negociar las candidaturas bonaerenses con los Milei, más precisamente con Karina.
Salvo Ritondo, quien ejercita la mesura y habla de un “acuerdo electoral amplio para derrotar al kirchnerismo en Buenos Aires”, Santilli y Montenegro parecen apurados en pintarse de violeta.
A través de Manuel Adorni, el Presidente puso las condiciones a los macristas. “Tabula rasa (pizarra en blanco), pero vengan a sumarse a La Libertad Avanza”, aseguró el vocero presidencial, en un discurso planificado al detalle.
Milei, un hábil caminante de los extremos, no quiere que ni le mencionen la palabra “acuerdo electoral” o “alianza”.
Los macristas que se quieren sumar a La Libertad Avanza deberán abandonar las banderas amarillas del PRO.
Esa fue la principal diferencia entre Macri y los Milei que derivó en el enfrentamiento en las urnas porteñas. Y los libertarios ganaron claramente en la cancha del PRO, utilizando un lenguaje futbolístico que tanto le gusta al expresidente de la Nación, y también expresidente de Boca Juniors.
El triunfo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) envalentonó a Karina Milei, quien siempre miró con desconfianza a Macri.
Queda un par de meses para las definiciones en el distrito bonaerense, aunque hay pocas dudas de que La Libertad Avanza será la bandera (con refuerzos del PRO) del espacio de centroderecha para disputarles el poder territorial a Cristina Fernández y a Axel Kicillof.
Milei ya tomó la colina del macrismo en Caba, y ahora va por la de Cristina y Kicillof, en la provincia de Buenos Aires. De eso no hay dudas. Hasta los kirchneristas lo saben. Por eso, la expresidenta y el gobernador bonaerense ya analizan olvidar sus diferencias para enfrentar unidos la embestida de la tropa libertaria.
Miradas cordobesas
Mientras los Milei se concentran en la provincia de Buenos Aires, como hasta el domingo lo hicieron en Caba, a más de 700 kilómetros, Luis Juez y Rodrigo de Loredo siguieron con distintas expectativas la pulseada entre Milei y Macri a nivel nacional.
El senador no se afilió a La Libertad Avanza, pero ya se subió al barco libertario, tomando distancia de Macri.
Mientras que el diputado radical está tejiendo con la paciencia de un orfebre una gran alianza opositora en Córdoba (radicales, libertarios, el PRO y el juecismo) para derrotar al PJ provincial que lideran el gobernador Martín Llaryora y Schiaretti.
El distanciamiento de Juez con Macri no fue ahora. En enero pasado, el senador renunció a la presidencia de la bancada del PRO en la Cámara Alta y aseguró que le gustaría ser “el candidato a gobernador que apoye el presidente Milei”.
Aquella decisión le costó un duro entredicho personal con Macri. A fines de enero, el senador se reunió con el expresidente en sus oficinas porteñas.
Dicen que aquella reunión fue breve y tensa. Macri lo acusó de “desagradecido”, ya que lo había apoyado en 2023, en el tercer intento del senador por ser gobernador de Córdoba.
La respuesta de Juez habría sido fiel a su estilo confrontativo. “No te debo nada. Apoyaste mi candidatura porque le gané a tu candidato (Mario Negri) por 30 puntos en las Paso de 2021, y porque ‘el Pelado’ (Rodríguez) Larreta te quiso jubilar hace dos años, cuando intentó ser candidato a presidente”, le habría respondido el senador.
Juez ya dijo que apoyará en Córdoba la lista que impulse Milei, “sin pedir nada a cambio”, agregó.
Eso significa que ni él ni ningún dirigente del Frente Cívico cordobés estarán en la lista libertaria. Tampoco era seguro que los Milei le ofrecieran lugar en la lista violeta.

El triunfo de la lista pura libertaria en Caba es un golpe para la aspiración aliancista de De Loredo, quien está obligado a jugar en octubre porque se le vence su mandato como diputado.
Nadie cree, ni el propio De Loredo, que ahora los Milei vayan a otorgarles lugares a dirigentes de otros partidos en la boleta en Córdoba.
De todos modos, faltan tres meses para las definiciones de las candidaturas en todas las provincias, pensando en los comicios de octubre.
El capítulo final de las especulaciones no estará centrado en las negociaciones políticas. Mucho dependerá de la marcha de la economía nacional: que Milei mantenga el dólar calmo y la inflación a la baja.
Juez y De Loredo tienen posturas diferentes, aunque dicen que siguen siendo amigos. Ambos miran hacia la Casa Rosada, con objetivos y expectativas disímiles: el senador mira a 2027, mientras el radical tiene la mirada fija en el horizonte cercano de los comicios de octubre.