El universo político reaccionó ante el fallo que marcó una bisagra en la historia argentina. El presidente Javier Milei celebró que la Corte Suprema de Justicia ratificara este martes la condena de prisión de Cristina Kirchner en la causa Vialidad, mientras que el peronismo en pleno y movimientos sindicales estallaron en críticas y se mantienen en estado de movilización en distintos puntos del país.
Fuera del país, Milei publicó un mensaje en la red social X donde aplaudió la decisión del Máximo Tribunal y ratificó que no existía un “pacto” con Cristina para que pudiera ser candidata. “Justicia. Fin. PD: la República funciona y todos los periodi$ta$ corrupto$, cómplices de político$ mentiro$o$, han quedado expuestos en sus opereta$ sobre el supuesto pacto de impunidad”, escribió el presidente desde Israel, donde se encuentra de gira.
El PRO de Mauricio Macri también elogió la determinación de la Corte, aunque lo hizo con un escueto mensaje: “Sentencia confirmada, justicia demostrada”. Luego, la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal amplió parafraseando a Milei: “Fueron los ñoños republicanos los que se animaron a denunciar a Cristina”.
Cristina recibió la noticia que ya anticipaba en la histórica sede porteña del Partido Justicialista, donde obtuvo el apoyo de senadores, diputados, gobernadores (por Zoom) y dirigentes peronistas. El mandatario bonaerense Axel Kicillof, quien se encuentra en pleno acercamiento con la exmandataria, y el exministro de Economía Sergio Massa, que se mantenía en el ostracismo, sobresalieron entre las presencias.
Los distintos pronunciamientos en defensa de Cristina se fueron conociendo horas antes del fallo, cuando el clima ya anticipaba un fallo adverso para la dos veces presidenta. “Democracia en peligro”, “proscripción” y “persecución” fueron las advertencias más repetidas, mientras volvía a la memoria el antecedente de Lula Da Silva en Brasil, quien se comunicó con Cristina para evaluar acciones internacionales.
Por la mañana, Cristina le adelantó al bloque de senadores de Unión por la Patria que la Corte dictaría este martes su condena. “La Justicia actúa de forma acelerada para ver si la pueden sacar de la cancha porque tienen miedo que Cristina arrase en la provincia de Buenos Aires y sea la próxima presidenta”, lamentó José Mayans, líder de la bancada.
Otra referente del bloque de senadores, Juliana Di Tullio, también predijo el fallo: “Lo peor va a suceder, que es proscribir a la jefa de la oposición. Este es un fallo político. Cristina hace muchos años que viene diciendo que el fallo está escrito. Simplemente ella sabía que iba a suceder hoy. Y la verdad es que todos sabíamos que iba a suceder hoy porque lo fueron adelantando en los medios, que son los autores de este fallo”.
“Esto es una vergüenza, es un escándalo, ha terminado con el Estado de Derecho. Lo que están por hacer es una herida muy grande para nuestro país. La Argentina va a sufrir muchísimo. Van a meter presa a una expresidenta que durante ocho años le cambió la vida a este país con millones de argentinos que la aman”, planteó Di Tullio.
El exministro Massa reapareció en la sede del PJ y rompió el silencio en la red social X, donde sostuvo que la causa Vialidad “está plagada de irregularidades”. El Frente renovador señaló en un comunicado que “la judicialización de la política no puede reemplazar el funcionamiento pleno de la democracia en nuestra República”.
El fallo incluso fue repudiado por Alberto Fernández, quien mantuvo una interna feroz con su vice. “Nunca me callé ante las injusticias y sigo fiel a mis convicciones. En un Estado de Derecho, los opositores no se persiguen judicialmente, se los juzga conforme a la ley. Algo que no ha ocurrido con CFK”, planteó el exmandatario.
Sumó su apoyo a Cristina el exgobernador salteño Juan Manuel Urtubey, otro dirigente peronista que se mantenía en silencio, quien denunció un “linchamiento” y “un disparate jurídico con tufillo a proscripción”.
En el plano sindical, la CGT emitió un comunicado donde alertó que “la democracia está en peligro” y expresó su “solidaridad y apoyo incondicional” a Cristina. “En vísperas de una nueva elección, cualquier fallo que ponga en cuestión las reglas democráticas no hace más que alterar el normal funcionamiento institucional de la Nación”, aseveró la central obrera.
La CTA de los Trabajadores y la Autónoma unificaron también un pronunciamiento. Denunciaron que la Corte “fue llamada a ejecutar una orden de los poderes fácticos para proscribir y encarcelar a Cristina Kirchner”. También rechazó el fallo la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), entre otros.
Satisfacción de la UCR y la Coalición Cívica
La Coalición Cívica recibió con satisfacción el fallo. Cabe recordar que la primera denuncia por direccionamiento de la obra pública fue realizada en 2008 por Elisa Carrió y otros dirigentes del partido, hasta que en 2016 se sumó otra de Javier Iguacel, responsable de la Dirección Nacional de Vialidad durante el macrismo.
“Es corrupción o justicia. Con esas palabras (el fiscal Diego) Luciani describió una lucha de muchos años, cuando Lilita me pidió redactar juntas la denuncia”, rememoró la diputada Paula Oliveto, y agregó: “Fueron años difíciles para los argentinos y para nuestras familias. Solo pedimos justicia y que devuelvan lo robado”.
El presidente del partido, el diputado Maximiliano Ferraro, enfatizó: “Este fallo no es revancha ni persecución, es Justicia. Y es también un mensaje, para el presente y para el futuro, para los que gobiernan hoy y para los que aspiran a gobernar mañana: la corrupción tiene consecuencias y la impunidad es una ilusión de la soberbia de los poderosos”.
También recibió con beneplácito el fallo el bloque de diputados de la UCR, que encabeza el cordobés Rodrigo De Loredo. “Se cierra una etapa oscura de la vida institucional argentina, marcada por la corrupción estructural, los abusos de poder y la impunidad ejercida desde las más altas esferas del Estado”, sentenció la bancada.
Para los radicales liderados por De Loredo, “este fallo representa un mensaje contundente: en la Argentina del futuro no puede haber lugar para quienes utilizan el poder público para beneficio propio”.
Protestas y piquetes
Una multitud se agolpó en la sede porteña del PJ para escuchar el discurso de Cristina tras conocerse el fallo judicial, mientras otro grupo de militantes aguardó la llegada de la expresidenta a su departamento del barrio porteño de Constitución, en las inmediaciones de Avenida San Juan y San José. Uno de los sitios donde la condenada podría cumplir la prisión domiciliaria.
En los accesos al Palacio de Tribunales, la Policía Federal realizó un operativo de seguridad, aunque hubo pocos manifestantes. Los jueces de la Corte se retiraron del edifico por la puerta trasera.
A la vez, desde el mediodía se registraron piquetes de gremios y agrupaciones políticas en accesos clave a la Ciudad de Buenos Aires. El Ministerio de Seguridad dirigido por Patricia Bullrich envió a fuerzas federales para liberar el tránsito.
Los cortes se realizaron en diversos puntos sobre Panamericana (a la altura de la YPF en Pacheco); Camino del Buen Ayre y Acceso Oeste; Autopista Ricchieri (frente al predio de la Asociación del Fútbol Argentino) y Autopista Buenos Aires-La Plata (entre Quilmes y Avellaneda). Una de las protestas principales se instaló en torno al puente Henry Ford, cerca del ramal Pilar, e incluyó un abandono de tareas en las plantas de la zona.
Los piquetes fueron protagonizados por trabajadores del gremio SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor), con bombos y neumáticos, además de militantes del Movimiento Evita (agrupación ligada al kirchnerismo) y delegados de la CGT.
Entre los dirigentes que se movilizaron en apoyo a Cristina estuvieron Ricardo Pignanelli y Francisco “Paco” Manrique (SMATA), Sergio Palazzo (La Bancaria), Abel Furlán (UOM); Héctor “Etín” Ponce (ATILRA); Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Víctor Santa María (Suther) y Daniel Catalano (ATE Capital), entre otros.
Las concentraciones y manifestaciones también se trasladaron a distintos puntos del país, como Rosario, Mendoza, Mar del Plata, Quilmes y Bariloche.