Tras quedar como la fuerza más votada en la Ciudad de Buenos Aires, el presidente, Javier Milei, desacreditó a Mauricio Macri como dirigente político y confirmó que el acuerdo que se negocia con el PRO en la provincia de Buenos Aires es a nivel dirigentes, desvinculando al líder del espacio.
“Tal vez deba entender que su momento ya pasó”, fue la lacónica frase que lanzó tras el éxito de La Libertad Avanza en la Capital Federal.
Milei se despachó con duros calificativos hacia Macri, y lo culpó por las decisiones que tomó sobre las elecciones legislativas porteñas junto a su primo, Jorge Macri, entre ellas el adelantamiento.
Además, fue más allá en sus ambiciones de poder y afirmó que el triunfo del domingo fue “inapelable” y que “es el puntapié inicial para pintar de violeta todo el país”.
Durante una entrevista periodística en la que mostró un ánimo exultante, el jefe de Estado le enrostró a la dupla Macri que fueron ellos quienes obturaron un acuerdo en la ciudad de Buenos Aires por “paranoia” de lo que podía suceder a futuro.
En esa línea, cuestionó el desdoblamiento a lo cual le atribuyó la baja participación de la población que fue de apenas poco más de 53%.
“La gente está haciendo un esfuerzo enorme y los políticos para cuidar sus territorios o sus negocios llaman espuriamente a una elección desdoblada. Y eso tiene como contraparte que la gente se cansa”, afirmó el jefe del Estado.
Respecto del futuro, Milei insistió en que irá a un acuerdo dirigencial en la provincia de Buenos Aires “le guste o no a Macri”, con lo cual pretende firmarle el acta de defunción política al expresidente.
“Lo que pasa es que él es el que quiere llevar a cabo ese proceso y los dirigentes están tomando nota de que el PRO es una herramienta que quedó obsoleta”, insistió el primer mandatario.
El presidente subrayó que “el acuerdo va a avanzar independientemente de lo que diga Macri” y lanzó el dardo: “Tal vez deba entender que su momento ya pasó”.
El objetivo del “triángulo de hierro” de la Casa Rosada es incorporar a los dirigentes del PRO –Cristián Ritondo y Diego Santilli son las dos figuras de mayor relieve- pero quedándose con los primeros lugares de las listas.
Si bien la jugada no está exenta de riesgo, en caso de concretarse les permitirá a los libertarios doblegar en breve tiempo a las dos fuerzas políticas que detentaron el poder en los últimos 20 años y lanzarse a un proyecto nacional cada vez más ambicioso.
Por otro lado, el triunfo en la provincia de Buenos Aires es clave para despejar los fantasmas que aún permanecen en los mercados sobre una eventual vuelta del kirchnerismo.
“Aquellos que estén dispuestos a abrazar las ideas de la libertad, nosotros los vamos a recibir a todos, los vamos a abrazar a todos y vamos a hacer un espacio en el cual vamos a hacer que todo lo que es del espectro centro derecha va a estar incluido”, añadió.
Ante la escalada de declaraciones cruzadas con Macri, Milei no se mostró contemplativo e incluso redobló la apuesta al acusarlo de “estar grande para algunas cosas” como por ejemplo el manejo de las redes sociales. Macri se había quejado por la viralización de una fake news que anunciaba la renuncia a la candidatura de Silvia Lospennato.
Blanqueo polémico
En otro orden, Milei admitió que los anuncios para facilitar el uso de dólares no declarados aún no se anunció debido a la necesidad de ajustar la legislación, pero dejó una frase polémica: “A mí no me importa de dónde viene la plata”.
Consultado sobre la posibilidad de que ingrese al circuito legal plata procedente de actividades ilícitas como drogas, venta de armas o trata de personas, el presidente consideró que esos delitos deben combatirse con el ministerio de Seguridad o de Defensa, pero no desde la economía.
“Las cuestiones de economía se arreglan en la economía; las cuestiones de otro tipo se arreglan en el plano jurídico y legal, eso es lo que hay que entender. No hay que estar mezclando”, señaló el presidente abriendo la polémica, dado que bajo esta premisa el dinero que ya está en poder de la gente podría convertirse en legar sin importar el origen.
En la idea del presidente, dejarán de tener vigencia los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), que son las alertas que los bancos deben enviar a la Unidad de Información Financiera (UIF) cuando un cliente realiza un movimiento por encima de las cifras de sus habituales transacciones.
“Se van a poder usar los dólares sin dejar los dedos marcados. Nadie tiene que por qué saber de dónde salió la plata; porque el delito, si hubo un robo, se combate el robo, pero usted no genera una distorsión económica para combatir un delito. Eso es una locura”, consideró Milei.
El razonamiento de Milei desconoce que muchos de estos delitos justamente empiezan a ser investigados o puede detectarse a partir de operaciones y transacciones comerciales que no coinciden con ingresos declarados.